Montevideo, 23 sep (EFE).- Los ingenieros de la Universidad de la
República de Uruguay buscan desde hoy abrir su trabajo a la sociedad
e interactuar con ella a través de Sumo.uy, un evento que se celebra
desde 2004 y cuyo plato fuerte son los combates entre robots dotados
de inteligencia artificial.
Este encuentro, que se prolongará hasta el próximo sábado, es
organizado por el laboratorio de robótica de la Facultad de
Ingeniería y está abierto a los que quieran conocer más sobre el
mundo de las máquinas inteligentes, con la única finalidad de que
"la Academia muestre lo que hace a la sociedad y que esta dé sus
aportes a la Academia", dijo a Efe Gustavo Armagno, uno de sus
organizadores.
Los asistentes podrán acudir a charlas, conferencias y talleres
sobre robótica, aunque la mayoría asiste para participar o
presenciar el Campeonato Uruguayo de Sumo Robótico, que ya va por su
séptima edición.
"El sumo robótico consiste en eso, en luchas de sumo entre
robots, completamente incruentas y en la que los concursantes tienen
que programar la estrategia de lucha de sus máquinas, que durante su
combate tienen que ser completamente autónomas", explicó Armagno.
En este campeonato existen tres categorías, la destinada a
estudiantes de secundaria; la Sumbot, abierta a todo el que quiera
participar, y la categoría libre.
En las dos primeras categorías los concursantes tienen la labor
de diseñar y programar la estrategia de combate de sus máquinas,
cuyos materiales son facilitados por la organización.
La categoría libre requiere no sólo diseñar la estrategia de los
robots sino fabricarlos en casa siguiendo tan sólo unas pequeñas
limitaciones en cuanto a peso y tamaño.
Al menos 30 equipos con sus respectivos robots se han inscrito
este año en el concurso entre las distintas categorías.
Además, este año se realizará otro concurso, que se circunscribe
dentro de la competencia latinoamericana de robótica, y cuyo ganador
participará en el torneo continental de máquinas inteligentes que se
celebrará en Brasil.
"Los robots tienen aquí que superar dos pruebas, una de traslado
y clasificación de objetos y la otra de reparación de tuberías",
explicó Armagno.
En el fondo, "la idea es desde lo lúdico tratar de atraer
estudiantes, que se motiven y participen, porque la programación
requiere conocimientos de muchas áreas, de geometría, matemáticas,
informática, mecánica y permite recorrer muchas materias", dijo el
ingeniero.
"Al final se trata de alguna manera de formar una masa crítica
que trabaje en robótica en Uruguay para buscar salidas tecnológicas
para el sector productivo nacional, como en el campo, y aplicarlas
allí. Y para eso hay que tener gente interesada", concluyó. EFE
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