Jerusalén, 20 ene (EFE).- Israel será el socio más pobre y con
las diferencias sociales más grandes de toda la OCDE si es aceptado
como miembro, advierte un informe de ese organismo preparado con
vistas a su previsible entrada durante 2010.
Las conclusiones de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE) fueron presentadas a Israel en el marco
de una visita que efectúa el secretario general, Ángel Gurría,
informa hoy el diario Haaretz.
Israel espera que su candidatura sea resuelta en una votación el
próximo mes de mayo, aunque Gurría, en una entrevista con la
televisión pública, pidió no acelerar demasiado las decisiones
porque "si no es en mayo, será en junio, y si no en julio".
Las conclusiones del informe presentado al Gobierno israelí
reflejan una amplia brecha entre ricos y pobres, y una falta de
políticas sociales destinadas a corregir las diferencias entre las
capas más pudientes y las menos favorecidas.
Según analistas del Haaretz no se trata de nada nuevo para la
población de Israel, donde se sabe desde hace años que uno de cada
cinco israelíes es el doble de pobre que cualquier persona promedio
en los estados que forman la OCDE.
A pesar de su alto PBI per cápita, más de 27.000 dólares (entre
los primeros 35 del mundo), más de la mitad de los israelíes ganan
menos de los 4.000 shékels mensuales (1.080 dólares o 754 euros), lo
que representa un promedio muy por debajo del de la OCDE.
A pesar del informe, Gurría aseguró que Israel se integrará en la
OCDE este año, en la presunción de que los problemas que existen
pueden ser resueltos.
El ministro de Asuntos Sociales, Itzhak Herzog, dijo al diario
que la pertenencia a la OCDE ayudará a Israel a resolver estas
diferencias, que afectan entre otros colectivos a la comunidad
árabe, formada por más de un millón de personas.
Ayer, con motivo de la visita de Gurría, el diputado Ahmed Tibi,
de la Lista Arabe Unida, exhortó a la organización de países
desarrollados a no aprobar la entrada de Israel hasta que garantice
una completa igualdad para su comunidad.
El otro colectivo más afectado es el de los ultraortodoxos, donde
la pobreza es también extrema y cuyo crecimiento demográfico, como
en el caso de los árabes, es el doble que entre el resto de la
población israelí.
En declaraciones a la televisión israelí, el ministro de
Minorías, Avishai Braverman, explicó que la enorme brecha social se
debe en gran medida a cuestiones culturales y religiosas.
El fundador de Israel, David "Ben Gurión, cometió un error
histórico al permitir que 400 ortodoxos no fueran al Ejército",
explicó sobre las dramáticas consecuencias de una decisión que por
aquel entonces les exigía, a cambio, dedicarse exclusivamente al
estudio de la Torá.
Retroactivamente, la decisión provocó un masivo
desaprovechamiento de mano de obra porque hoy la comunidad subsiste
en la pobreza gracias a donaciones privadas y las ayudas del Estado,
y convencerlos de que salgan a trabajar es poco menos que una
quimera.
"El otro problema es la mujer árabe, que por razones culturales
no sale a trabajar", agregó Braverman sobre las razones que condenan
a esta minoría a la extrema pobreza. EFE