Tokio, 7 ene (EFE).- El Gobierno japonés protestó hoy ante Nueva
Zelanda por la colisión de una lancha del grupo ecologista
australiano "Sea Shepherd" con un barco de la flota ballenera nipona
en aguas de la Antártida, informó la agencia local Kyodo.
"La seria queja ha sido enviada al Gobierno neozelandés porque el
barco está registrado en aquel país y hemos pedido que no se vuelvan
a repetir tales incidentes en el futuro", dijo hoy el ministro
portavoz del Gobierno japonés, Hirofumi Hirano.
Los gobiernos de Australia y de Nueva Zelanda anunciaron hoy la
apertura de sendas investigaciones sobre el choque entre el
ballenero japonés y la lancha del grupo australiano "Sea Shepherd",
valorada en dos millones de dólares.
La proa de la lancha ecologista "Ady Gil" quedó destrozada ayer
tras una supuesta embestida del ballenero japonés "Shonan Maru 2",
de 52 metros de eslora, y sus seis tripulantes tuvieron que ser
rescatados por otro barco de "Sea Shepherd", uno con heridas, según
se ha divulgado en Australia.
Ambas partes se acusan mutuamente de la colisión, que se produjo
después de que los ecologistas persiguieran al buque ballenero y
lanzaran cuerdas al agua para intentar trabar el timón y las hélices
de la embarcación nipona, enviada para proteger a los arponeros.
El viceministro de Agricultura y Pesca nipón, Akira Gunji,
calificó la acción del "Ady Gil" de sabotaje y sugirió que Japón
podría tomar nuevas medidas para garantizar la seguridad de su flota
ballenera, aunque sin dar detalles.
El Instituto de Investigación de Cetáceos de Japón denunció hoy
en un comunicado los continuos ataques sobre otra de las naves de su
misión JARPA II, el buque Nisshin Maru, y mostró los vídeos de la
colisión tomados por la tripulación nipona
(http://www.icrwhale.org/gpandsea.htm).
Esa organización calificó de "acto terrorista" esas actividades
de los grupos ecologistas.
El pasado año también se produjeron colisiones en alta mar cuando
las naves se aproximan peligrosamente en las gélidas aguas australes
y se intercambian cañonazos de agua.
Los balleneros japoneses planean cazar este año cerca de mil
cetáceos con supuestos fines científicos.
Australia y Nueva Zelanda se oponen a la caza de ballenas que
llevan a cabo los arponeros japoneses, algo que ha tensado en los
últimos tiempos las relaciones con Tokio. EFE