Tokio, 1 nov (.).- El yen rebasó este miércoles la barrera psicológica de las 151 unidades por dólar y las 160 por euro durante la madrugada, mientras que el Ejecutivo nipón dijo permanecer "a la espera" para realizar una posible intervención.
"No podemos tomar medidas tras lo sucedido en tan solo una noche, pero sí estamos preocupados ante los movimientos unilaterales y drásticos y no descartamos ninguna alternativa", reiteró hoy a los medios el viceministro japonés de Finanzas, Masato Kanda, y principal responsable en cuestiones de divisas.
Al ser preguntado por una posible intervención, Kanda se negó a hacer comentarios, pero dijo no descartar esta posibilidad y añadió que el Gobierno japonés se encuentra "a la espera".
Esta nueva depreciación del yen, que viene registrando este año y el pasado un progresivo abaratamiento que ha generado preocupación en el país, se produjo tras la conclusión este martes de la reunión mensual sobre política monetaria del Banco de Japón (BoJ).
En este encuentro, el BoJ elevó su previsión de inflación para el actual ejercicio fiscal hasta el 2,8 %, además de revisa su control de la curva de rendimiento para flexibilizar aún más el margen para los rendimientos de los bonos estatales a largo plazo, al situar como nuevo punto de referencia el 1 %, en una nueva maniobra en respuesta a la continua subida de estas tasas y a la caída del yen.
La depreciación actual del yen se viene asociando con la divergencia creciente entre las subidas de tipos de interés que se aplican en Estados Unidos y la política monetaria del BoJ, que mantiene medidas de estímulo que incluyen tasas ultrabajas.
En septiembre de 2022, el Gobierno japonés llevó a cabo la primera intervención sobre la divisa desde 2011 dirigida a sostener el valor de la moneda nacional y la primera que involucró compra de yenes desde 1998.
Algunos analistas apuntaban a que el Ejecutivo habría realizado también otra intervención a principios de este octubre, cuando se produjo un movimiento poco habitual, sin embargo, según mostraron datos del Ministerio de Finanzas, el país no realizó ninguna.
Un yen débil beneficia a la facturación en el extranjero de las empresas japonesas, que ven infladas sus remesas al repatriarlas y mejora la competitividad de sus productos, pero también repercute negativamente en las cuentas nacionales al encarecer las importaciones en un país altamente dependiente de ellas.
Durante las primeras horas de las negociaciones de hoy en Tokio, el yen se movía entre las 151,15 y 151,66 unidades por dólar.
Con respecto al euro, el yen se intercambiaba entre las 159,86 y 160,42 unidades.
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