Jim O'Neill, el ex economista de Goldman Sachs (NYSE:GS) reconocido por acuñar el acrónimo BRIC, ha expresado dudas sobre la capacidad del grupo BRICS para desafiar al dólar estadounidense y su eficacia como club económico global. Al analizar la situación actual de las naciones BRICS, O'Neill destacó que la falta de cooperación comercial entre China e India supone un obstáculo significativo para que el grupo se convierta en un auténtico bloque de poder económico.
El grupo BRICS, que inicialmente incluía a Brasil, Rusia, India y China, y posteriormente se amplió para incorporar a Sudáfrica y otros países, representa actualmente el 45% de la población mundial y el 35% de la economía global en términos de paridad de poder adquisitivo. No obstante, O'Neill señaló que China por sí sola aporta más de la mitad del poderío económico del grupo.
Durante la cumbre de los BRICS celebrada el miércoles, el presidente ruso Vladimir Putin mencionó que más de 30 países habían manifestado interés en unirse al grupo. Sin embargo, O'Neill sugirió que ampliar la membresía podría complicar aún más la capacidad del grupo para lograr avances sustanciales.
Las observaciones de O'Neill coinciden con los esfuerzos de Rusia por obtener el apoyo de los países BRICS para desarrollar una plataforma de pagos internacional independiente de las sanciones occidentales. No obstante, O'Neill se muestra escéptico sobre la viabilidad de una moneda BRICS, argumentando que dependería en gran medida de China, con Rusia y Brasil desempeñando papeles secundarios.
El economista abogó por una cooperación económica seria entre las naciones BRICS, especialmente entre China e India, lo que considera fundamental para la credibilidad del grupo. Señaló que ambos países, que recientemente mantuvieron sus primeras conversaciones formales en cinco años, han estado en desacuerdo, particularmente después de un enfrentamiento fronterizo en 2020 que llevó a India a restringir las inversiones chinas.
O'Neill también criticó al G20 por no evolucionar hacia un mecanismo de gobernanza verdaderamente global, atribuyendo esto a los giros hacia el interior tanto de Estados Unidos como de China. Instó a los BRICS a abordar los principales desafíos globales, como la lucha contra las enfermedades infecciosas y el cambio climático, para establecer objetivos claros y contribuir de manera significativa a los asuntos mundiales.
Reuters contribuyó a este artículo.
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