Berlín, 31 mar (EFE).- La banca alemana ingresará a instancias
del Gobierno todos los años hasta 1.200 millones de euros en un
fondo que servirá para hacer frente a futuras crisis y que pretende
evitar que sea el contribuyente el que finalmente las pague.
El Consejo de Ministros aprobó hoy un anteproyecto de ley que
será perfilado todavía en los próximos meses y que además contempla
la posibilidad de que el Estado pueda sanear y hasta desmembrar
grandes bancos en crisis.
La idea de este proyecto es evitar que, como ha sucedido con
motivo de la actual crisis financiera y económica mundial, sea el
Estado el que se vea obligado a salir al rescate de los institutos
bancarios amenazados.
En el citado fondo, los bancos ingresarán todos los años entre
900 y 1.200 millones de euros, de los que la mayor parte -unos 700
millones- provendrá de los grandes institutos, mientras que los de
menor tamaño y las Cajas de Ahorro correrán con el resto.
La filosofía es que los bancos que comporten un mayor riesgo para
el conjunto del sistema financiero aporten más que aquellos cuya
eventual quiebra tenga consecuencias menos traumáticas.
El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, espera que con el
fondo se logre crear un "stock" a lo largo de los próximos 25 años
de unos 25.000 millones de euros.
La oposición y algunos expertos económicos han calificado la
cuantía de insuficiente y además consideran ingenuo pensar que la
próxima crisis no pueda producirse mucho antes.
El experto en finanzas del grupo parlamentario socialdemócrata,
Joachim Poss, afirmó hoy en declaraciones a la primera cadena de
televisión pública "ARD" que para que el fondo sirva de algo debería
nutrirse con por lo menos 8.000 a 9.000 millones de euros al año.
Poss criticó además que el Gobierno haya pensado únicamente en
fórmulas para responder a crisis futuras en lugar de buscar un
remedio para la actual.
A juicio del diputado socialdemócrata, la mejor solución sería
introducir un impuesto a las transacciones financieras, mediante el
que se podrían ingresar anualmente unos 13.000 millones de euros.
La canciller, Angela Merkel, sólo quiere este tipo de tasa si se
aprueba en toda la Unión Europea.
El proyecto presentado hoy se desarrollará en cooperación con
Francia, lo que llevó a Schäuble a invitar a su colega gala,
Christine Lagarde, a participar en el Consejo de Ministros de hoy.
EFE