Bruselas, 18 nov (EFE).- La Comisión Europea aprobó hoy los
planes de reestructuración y las ayudas públicas concedidas a los
grupos bancarios Lloyds, KBC e ING para evitar su quiebra tras la
crisis financiera de 2008, al considerar que no violan las normas de
competencia comunitaria.
Los planes de reestructuración de estas entidades "asegurarán su
viabilidad a largo plazo y exigen a cada uno de estos bancos que
contribuya sustancialmente a financiar su reestructuración", aseveró
la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, en una rueda de prensa
tras dar a conocer su decisión.
"Los planes también evitan que ninguno de estos bancos se
aproveche de una ventaja competitiva como respuesta a las
importantes ayudas que han recibido", añadió Kroes, quien recordó
que el sector bancario estuvo a punto de quebrar el año pasado.
En el caso de Lloyds Banking Group, "el nuevo grupo evitará los
riesgos y la volatilidad asociados a los préstamos concedidos por
HBOS en los últimos años", dijo Kroes.
La entidad británica Lloyds Banking Group es la resultante de la
adquisición de HBOS por Lloyds TBS en enero pasado, después de que
la primera estuviera a punto de la bancarrota debido a sus
arriesgadas prácticas de créditos, recordó la CE en un comunicado.
Antes de la adquisición, el Gobierno británico aportó unos 19.000
millones de euros a HBOS y, tras la absorción, incluyó a la nueva
entidad en un programa de compensación de pérdidas de su maltrecho
sector bancario, dotado con 296.000 millones de euros.
Además, Reino Unido participó con 6.600 millones de euros en una
emisión de acciones de Lloyds Banking Group.
El plan aprobado hoy por la CE dice que el nuevo grupo abandonará
todas las actividades no relacionadas con el núcleo de su actividad
bancaria y las inversiones de alto riesgo (heredadas básicamente de
HBOS), mientras que continuará con las inversiones más prudentes de
Lloyds TBS.
En el caso de KBC, uno de los principales bancos de Bélgica, la
entidad recibió tres ayudas para sobrevivir a la crisis financiera:
dos recapitalizaciones de 3.500 millones de euros cada una, así como
el rescate de una cartera de activos que contenía obligaciones de
deuda colateral (CDO, por sus siglas en inglés).
Según el plan remitido por las autoridades belgas, KBC mantendrá
su modelo integrado de banca y seguros pero tendrá que deshacerse de
varios negocios en Europa central y del este, principalmente de los
que "no están totalmente en línea con su modelo central de negocio",
precisa la CE.
"Como resultado de estas medidas, KBC se ha deshecho de sus
principales fuentes de problemas y esperamos que regrese a la
viabilidad relativamente deprisa", explicó Kroes.
En cuanto a ING, Bruselas inició una investigación a fondo en
marzo tras autorizar por seis meses los avales del Estado holandés
sobre una cartera de alrededor de 39.000 millones de dólares (casi
30.000 millones de euros) en activos problemáticos de la entidad.
El Ejecutivo comunitario ha concluido hoy que la medida es acorde
a las reglas comunitarias, después de que el Gobierno holandés se
comprometiera a incrementar en 1.300 millones de euros, a través de
un pago complementario, la remuneración por ING.
En cuanto al plan de reestructuración, la entidad holandesa se
hará cargo de una parte importante de los costes de la reforma y
restaurará su viabilidad comercial a largo plazo al reducir su
perfil de riesgo y desprenderse de forma gradual de sus actividades
de seguros.
También cederá una de sus filiales -el Westland Utrecht
Hypotheekbank (WUH)- con el objetivo de reforzar la competencia en
el mercado holandés de los bancos minoristas, entre otras medidas.
EFE