Bruselas, 21 sep (EFE).- La Comisión Europea (CE) está ultimando
los detalles de su propuesta para establecer en la Unión Europea
(UE) un novedoso sistema de supervisión financiera, cuyos
principales objetivos son mejorar la detección de riesgos y reforzar
la cooperación entre los organismos nacionales.
El miércoles, un día antes de que los líderes de las principales
economías del mundo se reúnan en Pittsburgh para evaluar los avances
en la respuesta internacional a la crisis financiera, el ejecutivo
de la UE presentará los textos legislativos para la creación del
nuevo Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos y el Sistema Europeo de
Supervisores Financieros.
Según el acuerdo alcanzado por los Veintisiete en junio pasado,
éstos serán los dos pilares del nuevo modelo comunitario de
supervisión financiera, que debería estar en funcionamiento ya el
año que viene y con el que la UE busca resolver los fallos
detectados en la crisis actual y prevenir que se repitan situaciones
similares en el futuro.
Desde la Comisión, fuentes conocedoras de las propuestas
legislativas -que todavía no están cerradas- indicaron que Bruselas
se mantiene con estas iniciativas fiel al "espíritu" marcado por los
jefes de Estado y de Gobierno de la UE en junio.
El nuevo Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos (CERS) se
encargará de vigilar la estabilidad del sistema financiero en su
conjunto y de emitir alertas y recomendaciones -no vinculantes,
recordaron las fuentes- en caso de detectar amenazas.
En este organismo, que partirá de la estructura del Banco Central
Europeo (BCE), se sentarán los gobernadores de los bancos centrales
de todos los Estados miembros y un representante de la Comisión
Europea, así como de los supervisores nacionales, aunque sin derecho
de voto.
Con esta composición, se busca mantener un equilibrio entre la
representatividad y la eficiencia en el funcionamiento, recalcan
desde la Comisión.
Inicialmente se planteó que la presidencia del CERS recayera en
el presidente del BCE, pero para despejar las dudas de los países
que no forman parte del euro, principalmente del Reino Unido, se
acordó que la responsabilidad irá a alguno de los gobernadores de
los bancos centrales.
En cuanto al nuevo Sistema Europeo de Supervisores Financieros,
estará formado por tres nuevas autoridades para la vigilancia de la
actividad en los sectores de banca, bolsa y seguros.
Su principal responsabilidad será fijar reglas comunes de
supervisión para todos los países e impulsar la cooperación entre
las autoridades nacionales de supervisión.
Desde la Comisión, insistieron en que la vigilancia diaria de las
entidades seguirá siendo responsabilidad de los organismos
nacionales, aunque se crearán grupos de supervisores para las que
tienen actividad en más de un país.
En su propuesta del miércoles, Bruselas acotará las áreas para
las que las nuevas autoridades podrán dictar normas.
Las fuentes también explicaron que la propuesta de la Comisión
plantea dos sistemas distintos de toma de decisiones en el seno de
las tres autoridades, uno para la fijación de estándares técnicos y
otro para garantizar la aplicación de los mismos en los países.
Y es que, entre las tareas de las nuevas autoridades, estará la
de dirimir los desacuerdos entre los organismos nacionales de
supervisión -por ejemplo, en caso de problemas en una entidad con
presencia en varios Estados miembros-.
Sus decisiones serán de obligado cumplimiento, aunque los líderes
de la UE ya dejaron claro -para contentar al Reino Unido- que en
ningún caso de ellas podrán derivarse consecuencias presupuestarias
para los países. EFE