Copenhague, 15 abr (EFE).- La nube de ceniza originada por la
erupción de un volcán en Islandia provocó hoy graves perturbaciones
en el tráfico aéreo en el norte de Europa, con suspensiones totales
en varios países, y afectó de forma indirecta al resto del
continente.
Noruega, Reino Unido e Irlanda están cerradas ya al tráfico
aéreo, salvo en casos de emergencia, mientras que Dinamarca y Suecia
anunciaron medidas similares para las 16:00 y las 20:00 GMT
respectivamente.
La Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea
(Eurocontrol) informó de que se ha cancelado el 15 por ciento de los
vuelos europeos.
Eurocontrol avisó de que las restricciones pueden extenderse en
las próximas horas a más países, aunque habrá que esperar a la
evolución de los acontecimientos.
Las autoridades finlandesas ordenaron cerrar ocho aeropuertos del
norte del país desde las 12:00 GMT, y algunas zonas del norte de
Rusia podrían verse afectadas, según los expertos.
Las principales rutas que transcurren por el límite norte del
Atlántico llegaron a los aeropuertos europeos con pocos trastornos,
pero en las próximas horas será necesario desplazarlas del límite
oeste hacia el sur para esquivar el área de ceniza volcánica, lo que
no evitará totalmente las perturbaciones, informó Eurocontrol.
Las directrices de la Organización Internacional de Aviación
Civil impiden proporcionar servicios de control de tráfico aéreo a
aeronaves en espacios aéreos afectados por ceniza volcánica, de ahí
que en las últimas horas se haya pedido a las aerolíneas la
suspensión temporal del tráfico.
La ceniza volcánica contiene partículas que pueden afectar el
funcionamiento de las turbinas de los motores de los aviones y
absorbe fácilmente el agua, lo que puede causar cortocircuitos y
estropear los componentes electrónicos.
Los expertos señalan también que puede disminuir las prestaciones
de las aeronaves al depositarse sobre las alas, además de afectar a
la visibilidad.
Ni Eurocontrol ni las autoridades de los países afectados se
atrevieron a dar un plazo sobre el fin de las restricciones, aunque
la ministra de Transportes noruega, Magnhild Meltveit Kleppa, afirmó
que el espacio aéreo de este país permanecerá también cerrado en la
práctica el viernes.
Las restricciones afectaron a miles de pasajeros en toda Europa y
al aeropuerto con mayor tráfico del continente, el de Heathrow
(Londres), en el que operan 1.300 vuelos diarios.
Entre los afectados figuran personalidades como el primer
ministro noruego, Jens Stoltenberg, el príncipe Haakon de Noruega y
el ministro de Exteriores sueco, Carl Bildt, así como miembros de la
realeza europea que tenían previsto volar a Copenhague para acudir a
los actos del septuagésimo cumpleaños de la reina Margarita II.
Mientras buena parte del norte de Europa se vio afectada por el
caos en el tráfico aéreo, en Islandia, origen de la erupción, las
restricciones en ese apartado fueron limitadas y el aeropuerto
internacional de Keflavik continúa abierto. EFE