Guillermo Ximenis
Londres, 11 feb (.).- A pesar de que el mercado de las criptomonedas atraviesa un frío invierno tras el desplome de los últimos meses, el Reino Unido acelera los planes para aprovechar su independencia regulatoria tras el Brexit y convertir a la City de Londres en un centro global de criptoactivos.
La conocida como Reforma de Edimburgo, la hoja de ruta del Gobierno británico para desligarse definitivamente de las normas de servicios financieros de la Unión Europea (UE), propone un marco legal para las actividades ligadas a las criptomonedas que pone el foco en impulsar la innovación y en atraer inversiones hacia una industria que promete beneficios billonarios.
En los últimos días, el Ministerio de Economía ha lanzado además un proceso de consulta para desarrollar un "régimen líder mundial" en el sector, que proteja a los inversores y contribuya al mismo tiempo a que florezca el negocio de los préstamos en criptoactivos, precisamente uno de los ámbitos que ha desencadenado la actual crisis.
Para Londres, el hundimiento del mercado en 2022, que ha evaporado los fondos de millones de inversores, es una etapa más en el nacimiento de un nuevo sector.
Andrew Griffith, secretario de Estado para la City y responsable de servicios financieros en el Ministerio de Economía, ha comparado el "crash" de las criptomonedas con el pinchazo de la burbuja de las primeras compañías ligadas a internet a finales de los años 90.
"Probablemente es inevitable que en una industria emergente y disruptiva haya gente que ha ganado dinero y otra que lo ha perdido. No es algo inusual. Fue así en las primeras etapas de internet, igual que lo fue en las primeras etapas de los trenes a vapor", ha descrito Griffith en el comité de Tesorería de la Cámara de los Comunes
Bajo su dirección, el Reino Unido aspira a legalizar como forma de pago válida las conocidas como criptomonedas estables, activos privados cuyo valor está habitualmente ligado al de divisas tradicionales como el dólar, la libra y el euro.
Al mismo tiempo, el Banco de Inglaterra examina la posibilidad de crear una libra esterlina digital, bautizada ya por la prensa como Britcoin, que actuaría como una criptomoneda estable respaldada por el tesoro público, una posibilidad hacia la que también avanza el Banco Central Europeo (BCE).
SUPERAR A LA UE
Con sus propuestas legislativas, a las que las principales firmas del sector han dado la bienvenida, el Reino Unido trata de ir más allá de la Ley de Mercados de Criptoactivos (MiCA, en inglés) que Bruselas ya tiene avanzada.
"Muchos de los detalles están todavía por definir en el Reino Unido, pero los regímenes británico y europeo diferirán previsiblemente en diversos ámbitos", explicó a EFE Conor Macmanus, director de Análisis de Legislación de Servicios Financieros en la consultora PwC.
"La Unión Europea ha creado un marco independiente para los criptoactivos, mientras que el Reino Unido quiere modificar las normas de servicios financieros que ya existen" para incorporarlos al resto de activos tradicionales, destaca el analista.
Los planes de Londres "cubren los préstamos y las finanzas descentralizadas (DeFi), ámbitos que no están actualmente incluidos en el régimen de la Unión Europea", detalla Macmanus, que puntualiza que el plan respaldará la viabilidad de la industria a largo plazo.
"Cumplir con las exigencias legales requerirá inversión por parte del sector, pero al hacerlo se incrementará la resiliencia de las firmas y sus modelos operativos, algo que resulta esencial", agrega.
Cuestionado sobre el atractivo de la City en el panorama global de las criptomonedas, el experto de PwC advierte de que la regulación favorable es solo uno de los ingredientes necesarios.
"Hay muchos factores que determinan el éxito de un centro financiero, la regulación es clave, pero hay otras también importantes, como la capacidad para atraer talento", avisa.
RECIBIDO CON BRAZOS ABIERTOS
Binance, uno de los principales intercambiadores de criptoactivos del mundo, ha saludado las propuestas.
"Creemos firmemente que un marco regulatorio estable contribuye a impulsar la innovación y es imprescindible para lograr confianza", señaló un portavoz de la empresa.
Coinbase (NASDAQ:COIN), otro de los grandes intercambiadores, que cotiza en la Bolsa de Nueva York, celebró por su parte que el Gobierno británico haya convertido sus "ambiciones políticas" en "propuestas regulatorias concretas".
"Es fantástico ver cómo Andrew Griffiths está ofreciendo la claridad legal que necesitamos para innovar", afirmó Faryar Shirzad, antiguo miembro del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense como asesor financiero y actual director de Estrategia de Coinbase.
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