París, 28 sep (EFE).- La subida sin precedentes del desempleo
necesita "un esfuerzo similar" al que se ha desplegado a escala
global para hacer frente a la crisis financiera, para evitar así un
deterioro del tejido social, advirtió hoy el secretario general de
la OCDE, Ángel Gurría.
"La primera prioridad es limitar el número de despidos", subrayó
Gurría en su discurso ante los ministros de Trabajo reunidos hoy y
mañana en París en un encuentro de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que lleva por título
"Hacer frente a la crisis del empleo".
Para justificar la pertinencia ahora de una política de empleo
activa, recordó que "el esfuerzo global sin precedentes dedicado a
contrarrestar la crisis financiera y alimentar la demanda (...) ha
funcionado".
Y que los paquetes fiscales han permitido crear o salvar entre
3,2 y 5,5 millones de empleos en los 19 países miembros en los que
se ha estudiado este efecto.
No obstante, Gurría puntualizó que aunque los subsidios a los
parados tengan "un papel positivo", deben ser temporales y dirigidos
a los más vulnerables, porque de no ser así corren el riesgo de ser
un obstáculo para la recuperación.
A juicio de la OCDE, hay que centrarse en las redes de seguridad
social para las familias con menos recursos, en ofrecer
oportunidades de formación para los desempleados susceptibles de
convertirse en parados de larga duración y en reducir el desempleo
juvenil para evitar "una generación perdida".
El escenario a corto y medio plazo no es halagüeño, teniendo en
cuenta que pese a que haya indicios de una recuperación en muchos de
los países miembros, la organización advierte de que el paro seguirá
creciendo en los próximos meses.
De hecho, se espera que el número de desempleados, que ya ha
aumentado en más de 15 millones de personas desde el inicio de la
crisis en 2007 (para llegar a una tasa de paro del 8,5% de media en
julio pasado), tendrá un incremento global de 25,5 millones al
terminar 2010.
En ese momento el nivel del desempleo llegará al 9,9% como media
en la OCDE, aunque la situación será particularmente aguda en
España, donde esa tasa será justo el doble con un 19,8% y alrededor
de 4,5 millones de parados.
El ministro español de Trabajo, Celestino Corbacho, que aparecía
así como uno de los protagonistas del encuentro, fue recibido al
inicio de la conferencia por Gurría, con el que comentó algunos
elementos diferenciales de la situación laboral en España.
Corbacho recordó que cuando España vivía una situación de "pleno
empleo" y entraban cientos de miles de inmigrantes para trabajar, en
particular en la construcción, la tasa de paro era del 10%, es
decir, ya era "el doble" de la media de la OCDE.
El ministro español reconoció que la OCDE estaba acertada en sus
advertencias de los últimos años a España de que el sector de la
construcción estaba sobre-dimensionado, pero señaló que entonces
nadie quería yugular una actividad de la que el país se beneficiaba.
"Tuvimos la desgracia" de que la corrección del ciclo en la
construcción coincidiera con la crisis financiera internacional, que
agravó la situación, analizó Corbacho, que puntualizó que "no hay
que criminalizar la construcción" que "tiene que volver a tener un
peso importante en la economía española, pero no puede ser el
elemento determinante.
En esta reunión de Trabajo, además de participar los ministros de
los 30 miembros de la OCDE, participan los de otros países asociados
como Brasil, Chile, Rusia y Sudáfrica.
Igualmente han sido invitados el director de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavia, el comisario europeo
de Empleo, Vladimir Spidla, o los responsables de las
confederaciones patronales internacionales (BIAC) y sindicales
(TUAC). EFE
ac/jam/prb