Londres, 22 jul (EFE).- La mayor recesión desde la Segunda Guerra
Mundial no está pasando desapercibida ni siquiera para un sector tan
representativo y arraigado en la cultura británica como el de los
"pubs", que ve cómo el número de establecimientos abocados al cierre
se ha triplicado en el último semestre ante la falta de clientela.
Según una encuesta publicada hoy por la Asociación Británica de
Pubs y Cerveza (BBPA, siglas en inglés), desde enero han
desaparecido 52 bares a la semana en el país, una tasa de
destrucción tres veces superior a la del mismo período de 2008 y que
ha elevado hasta 24.000 el número de puestos de trabajo perdidos en
esta industria en los últimos doce meses.
Ni las pintas, ni el "fish&chips" (el típico plato británico
compuesto por pescado con patatas), ni el ambiente que ofrecen estos
bares han sido capaces de contrarrestar los efectos de la crisis
global en el consumo, responsable de que la tasa de cierre de estos
locales sea la mayor desde que la organización comenzó a elaborar la
estadística en 1990.
En total, existen actualmente 53.466 pubs a lo largo y ancho del
Reino Unido, 2.377 menos que hace un año.
La encuesta señala que los bares situados en las zonas
residenciales se han visto más afectados por la recesión que
aquellos situados en los centros urbanos y añade que los
establecimientos que ofrecen comida, además de bebida, han
demostrado ser ligeramente más resistentes a la caída de la demanda.
"La recesión está poniendo a prueba a los pubs británicos",
asegura el consejero delegado de BBPA, David Long, que al mismo
tiempo acusa al Gobierno laborista de Gordon Brown de añadir presión
a la industria mediante la subida de las tasas sobre las bebidas
alcohólicas.
Según las cifras de la asociación, los dos últimos presupuestos
del Estado ha incrementado un 20 por ciento la tasa sobre el
alcohol, lo que ha añadido cerca de 600 millones de libras (851
millones de euros) a la factura impositiva de los bares.
"El Gobierno debería considerar a los pubs como activos de la
comunidad -sostiene Long- ya que no sólo favorecen la cohesión
social, sino que proporcionan beneficios al Estado en cuanto a la
recaudación de impuestos".
Asimismo, indica que los despidos que se están produciendo en el
sector le cuestan al país 1,5 millones de libras (2,12 millones de
euros) a la semana en el pago de la prestación por desempleo. EFE