Bruselas, 20 ene (EFE).- La dirección de AB Inbev, principal
fabricante mundial de cerveza, ha impedido hoy la entrada de los
trabajadores a las fábricas, por el bloqueo que estos mantienen ante
el anuncio de unos 250 despidos en la compañía.
Los trabajadores de Inveb, cuando han acudido esta mañana a las
fábricas de Jupille, Louvain y Hoegarder se han encontrado las
puertas cerradas, y a los directivos delante de los barrotes, según
ha informado la agencia Belga.
La cervecera ha defendido esta acción argumentando que es
imposible trabajar cuando la producción no puede salir y que los
piquetes impiden la entrada de materias primas, por lo que la
directiva ha propuesto que los trabajadores recurran al desempleo
forzoso por motivo de huelga.
El cierre patronal en pleno conflicto colectivo es una situación
excepcional en Bélgica.
La dirección y los sindicatos volverán a reunirse hoy, en un
tercer intento de conciliación, después de que los sindicatos
rechazasen ayer la propuesta de la empresa de congelar los despidos
colectivos.
La cervecera insiste en que el número de despidos podría ser
limitado, en torno a unos ochenta, aunque el pasado día 7, anunció
su intención de reducir en un 10% su plantilla en Europa Occidental,
lo que supondría la pérdida de unos 250 empleos en Bélgica.
La empresa ha informado en un comunicado que la producción en
Bélgica está totalmente parada, al cumplirse hoy el decimotercer día
de bloqueo de las fábricas de Jupille y Louvain, y una semana en la
de Hoegaarden.
A mediodía, la dirección continuaba impidiendo el acceso a las
fabricas de Louvain y Hoegaarder, mientras que los trabajadores de
Jupille podían acceder a su lugar de trabajo tras permitir la
entrada de materias primas, aunque seguían obstaculizando la salida
de la producción.
El mercado holandés, al igual que el belga, ya sufre la escasez
de cerveza de las marcas producidas por AB Inbev, por lo que la
fábrica situada en Dommelsch, embotella esta semana de forma
temporal la cerveza Jupiler para mantener el abastecimiento. EFE