Río de Janeiro, 10 jun (EFE).- La industria maderera de Brasil
redujo su consumo de madera procedente de la Amazonía en un 42,04%
en los últimos cinco años, hasta los 14,2 millones de metros cúbicos
procesados en 2009, según un informe oficial divulgado hoy.
Este dato contrasta con los 24,5 millones de metros cúbicos de
madera en bruto que consumían en 2004 y los 28,3 millones de 1998,
según este estudio elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente y
la ONG Iamazon.
Las tres principales causas de la reducción de la extracción de
madera fueron la sustitución de esta materia prima por otros
materiales, el aumento de los controles públicos y la crisis
económica mundial.
El documento señala que la utilización del PVC y el aluminio en
la construcción civil y los aglomerados en la industria de
mobiliario han dado una tregua a la tala de la mayor selva tropical
del mundo.
Desde 2005, las autoridades brasileñas incrementaron sus
controles de forma sustancial y comenzaron a confiscar, en promedio,
202.000 metros cúbicos de madera de origen ilegal por año, lo que
cohibió la deforestación ilegal, según el documento.
La crisis de los años 2008 y 2009 afectó a las exportaciones, que
el año pasado representaron 346 millones de dólares, frente a los
793 millones de 2007, según datos de la patronal del sector.
De este modo, los mercados internacionales pasaron de acaparar el
36% de la madera de la Amazonía brasileña en 2004 a apenas un 21% el
año pasado, según el texto.
El Ministerio contabilizó 2.226 madereras y serrerías en la
región amazónica, que generaron el año pasado 66.000 empleos
directos y cerca de 137.000 indirectos y percibieron ingresos netos
de 4.940 millones de reales (unos 2.729 millones de dólares al
cambio actual).
Además de las amenazas de la industria maderera, la selva
amazónica sufre por la voracidad de los mineros, los agricultores y
hacendados que poseen fincas en la región.
En los cuatro primeros meses de este año, la Amazonía ha perdido
260 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal, según los últimos
datos oficiales.
La tala de la selva es la principal fuente de emisión de dióxido
de carbono en el país, por lo que el Gobierno se ha fijado la meta
de reducir este proceso en un 80% para 2020.
Este objetivo fue presentado durante la Cumbre sobre Cambio
Climático de la ONU celebrada en Copenhague a fines del año pasado.
EFE