París, 7 jul (EFE).- La Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE) en su informe anual de perspectivas del
empleo publicado hoy consideró que el paro, que llegó al 8,7% en el
primer trimestre del año -el nivel más alto desde la Segunda Guerra
Mundial- ha podido tocar techo.
Sin embargo, su disminución será lenta y la tasa de desempleo en
sus 31 países miembros seguirá superando el 8% a finales del año
próximo, y eso que si se contabilizaran a los inactivos que querrían
trabajar y a los que trabajan a tiempo parcial y querrían hacerlo a
tiempo completo, ese porcentaje sería casi el doble.
La dualidad en la protección entre el empleo fijo y temporal ha
contribuido a agravar el paro durante la crisis, por eso equilibrar
las garantías entre unos y otros contratos es una de las formas para
conseguir que la recuperación económica permita también la del
mercado de trabajo, destacó la OCDE.
"El reequilibrio de la protección del empleo debería formar parte
de un conjunto global de medidas que asocien subsidios de paro
suficientes, exigencias estrictas de disponibilidad para un empleo y
medidas de activación bien concebidas", señaló la organización.
Con ese "reequilibrio", "los empleos temporales harían mejor el
papel de trampolín hacia empleos permanentes en lugar de representar
una trampa para los trabajadores", subrayó.
Reconoció que también significaría que los trabajadores con
contratos indefinidos se verían obligados a "una mayor movilidad en
el empleo" con las posibles caídas de sus remuneraciones entre dos
puestos de trabajo, de ahí la necesidad de un sistema de
indemnización del desempleo "suficiente".
Esta conclusión deriva de la constatación de que los trabajadores
temporales han sido los principales afectados por las pérdidas de
empleo durante la reciente recesión, y entre esos había muchos
jóvenes.
Además, "la incidencia benéfica del paro parcial se ha limitado a
los contratos permanentes, lo que ha ampliado así la brecha con los
trabajadores temporales y a tiempo parcial".
La organización afirmó, sin citar nombres, que "en varios países"
las reformas estructurales del mercado de trabajo "deben formar
parte integrante de una estrategia de conjunto destinada a promover
la creación de más empleos y también más productivos".
Sobre los subsidios de paro, indicó que hay que encontrar "un
difícil equilibrio" porque en los países donde su duración era breve
y su cobertura escasa para los trabajadores con empleos atípicos
deben mantenerse "en las primeras fases de la recuperación hasta que
la masa del paro de larga duración comience a reducirse
notablemente".
Pero al mismo tiempo, hay que vigilar para que esas medidas vayan
acompañadas de "un seguimiento estrecho de los esfuerzos de búsqueda
de empleo para evitar la dependencia de las prestaciones".
La OCDE reconoció que los dispositivos públicos de paro parcial
"han contribuido ampliamente" a preservar empleos durante la crisis,
aunque se hayan traducido especialmente en reducciones del tiempo de
trabajo, sobre todo en países como Japón, Alemania, Austria o
Eslovaquia.
El riesgo allí es que la recuperación no permita crear nuevos
empleos, y así en Alemania o Japón, un aumento de más del 7% del
Producto Interior Bruto (PIB) podría quedarse con un beneficio nulo
en términos de puestos de trabajo, ya que quedaría absorbido por el
aumento de las horas trabajadas.
En ese contexto, la receta de la organización es una retirada
progresiva de esas medidas y, en particular en los países con
dificultades presupuestarias, privilegiar el fin de las exenciones
fiscales aplicadas durante la crisis para dedicar el dinero a
dispositivos para los parados de larga duración u otros grupos
vulnerables.
En el primer trimestre de 2010, la tasa de paro había aumentado
en más del 50% en la OCDE para llegar al citado 8,7%, lo que
representa 17 millones de desempleados suplementarios.
Los autores del informe no presentan una predicción del paro para
cada país, pero sí el déficit de empleos a finales de 2011 respecto
a la tasa de empleo en el último trimestre de 2007, antes del inicio
de la crisis.
Para el conjunto de la OCDE, ese déficit es de 2,7 puntos en
porcentaje de empleo, con máximos en Irlanda (19,8 puntos), España
(10,7 puntos), Grecia (7,1), Islandia (7) y Estados Unidos (5). EFE
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