El euro se enfrenta a una creciente presión, ya que la escalada de la polarización política en Europa, especialmente en Alemania, hace saltar las alarmas sobre la estabilidad de la moneda, señaló el martes Macquarie.
Las recientes elecciones estatales en Alemania, en las que los partidos de extrema izquierda y extrema derecha obtuvieron casi la mitad de los votos en Turingia y Sajonia, han agravado la preocupación por el posible desmoronamiento de la gobernanza centrista.
Los analistas de Macquarie señalan que el auge de los partidos extremistas en Alemania refleja la agitación política observada en las elecciones parlamentarias de junio en Francia, donde los partidos centristas también sufrieron pérdidas significativas.
Señalan que la creciente fuerza de los partidos marginales en ambos extremos del espectro supone un riesgo a medio plazo para el euro, sobre todo si consiguen entrar en el gobierno o si la actual coalición alemana se derrumba antes de las elecciones federales de 2025.
Esta incertidumbre política no es sólo una cuestión interna, sino también un reto más amplio para la zona del euro. Según los analistas de Macquarie, el sector manufacturero alemán, ya sometido a tensiones por la pérdida del suministro energético ruso y la competencia de China en el mercado de vehículos eléctricos, podría sufrir más presiones a medida que la inestabilidad política complique las respuestas políticas.
La decisión de Volkswagen de cerrar plantas en Alemania pone de manifiesto el impacto cada vez mayor de estos retos económicos.
Por otra parte, los resultados de las elecciones en Alemania exacerban los temores de un panorama político más fragmentado, lo que hace cada vez más difícil que los principales partidos pro-mercado gobiernen con eficacia.
La situación recuerda las dificultades a las que se enfrenta Francia, donde la Asamblea Nacional sigue sin una coalición de gobierno estable tras el ascenso de facciones de extrema derecha y extrema izquierda.
En vísperas de las elecciones de Brandeburgo del 22 de septiembre, los sondeos de opinión apuntan a un descenso continuado del apoyo a los principales partidos alemanes, lo que podría provocar la ruptura de la coalición federal antes de las próximas elecciones previstas para 2025.
Este resultado podría romper el "cordón sanitario" político que históricamente ha mantenido a los partidos extremistas fuera del gobierno, lo que daría lugar a mayores déficits, un aumento del riesgo soberano y políticas proteccionistas, todo lo cual podría pesar mucho sobre el euro, según los analistas.
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