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Londres, 2 nov (EFE).- El Banco Europeo para la Reconstrucción y
el Desarrollo (BERD) indicó hoy que la crisis no ha conseguido
frenar la reforma económica que desde la caída del comunismo han
venido experimentando los países de Europa central y del este,
aunque admitió que sí ha ralentizado su progresión.
En un informe titulado "¿La transición en crisis?", el organismo
asegura que, a pesar de estar viviendo la mayor crisis desde la
Segunda Guerra Mundial, los gobiernos de los países de esta zona
continúan "muy comprometidos" con el proyecto de reforma económica
iniciado hace ahora 20 años.
En este sentido, el BERD explica que precisamente la integración
de la zona central y oriental de Europa en la economía de mercado
del resto del continente ha servido a estos estados para lidiar con
los efectos de la crisis crediticia, gracias a la presencia de
bancos extranjeros dentro de sus fronteras.
Sin embargo, en opinión del director económico del BERD, Erik
Berglof, la crisis global "ha puesto de manifiesto las debilidades
de la zona, por lo que ahora es necesario aprender la lección".
En este sentido, el informe se refiere a la gran dependencia de
Europa central y del este de los créditos del exterior o a la
volatilidad de la cotización de algunas divisas como el rublo ruso,
cuyo precio se mueve sobre la base de un mercado tan oscilante como
es el de las materias primas.
Ante esta situación, el BERD hace hincapié en la necesidad de que
los países de Europa occidental, en vez de limitarse a ofrecer
liquidez, ofrezcan alternativas reales para diversificar y
estabilizar la actividad de la zona.
En cualquier caso, la entidad encargada de promocionar la
iniciativa empresarial en los países de Europa central y del este,
Rusia y otras repúblicas ex soviéticas, asegura sentirse satisfecha
de que estas economías hayan conseguido mantener las reformas
cosechadas en las dos últimas décadas aún en tiempos de crisis.
A pesar de ese optimismo, cabe recordar que el BERD rebajó el
pasado octubre sus previsiones de crecimiento para el conjunto de
las economías de la zona, que según sus estimaciones, registrarán
una contracción del 6,3 por ciento.
Desde que la crisis financiera global comenzó a azotar a las
economías de la Europa central y oriental en el segundo semestre de
2008, el BERD ha desplegado todas sus armas para estabilizar el
sistema financiero de la región.
Así, al final de este ejercicio, el banco habrá invertido 8.000
millones de euros, un 52 por ciento más que en 2008, para
proporcionar liquidez al sistema financiero de la zona y asegurar
que el crédito siga fluyendo. EFE