Guillem Martínez Pujol
Pekín, 26 nov (EFE).- En un momento de recesión mundial, algunos
sectores de la industria china viven la paradoja de crecer
demasiado, lo que los expertos han calificado de
"sobrecapacitación".
El propio Consejo de Estado (Ejecutivo chino) reconoció en agosto
que este fenómeno se estaba produciendo en ámbitos como la energía
eólica, el acero o el cemento, por lo que anunció medidas para
"guiar" este desarrollo excesivamente rápido.
Con un PIB que en el tercer trimestre del año creció el 8,9 por
ciento y que puede cerrar 2009 por encima del 10 por ciento de
avance, China parece haber superado ya el frenazo económico.
Sin embargo, el productor no encuentra suficiente demanda, ya que
las economías occidentales todavía están en el túnel de la crisis y
el consumo interno no está aún suficientemente desarrollado.
En este contexto, el plan de estímulo lanzado por Pekín para
superar la crisis, por valor de más de medio billón de dólares,
sirvió para amplificar el problema de la "sobrecapacitación".
El asunto se remonta ya a 2005, cuando el Comité de Asuntos
Económicos y Financieros de la Asamblea Nacional Popular
(Legislativo) elaboró una lista de 19 sectores potencialmente
peligrosos.
Un informe de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China
presentado hoy en Pekín analizó este problema, al que tildó de "reto
recurrente para el desarrollo" del país asiático.
Para Joerg Wuttke, presidente de la entidad, "la
"sobrecapacitación" perjudica a China tanto doméstica como
internacionalmente".
En el caso del mercado interno porque derrocha una gran cantidad
de recursos, hunde los márgenes de beneficio, limita la innovación,
mientras que en el terreno internacional aumenta las tensiones
comerciales con otros países, agregó.
La Cámara europea señaló sectores ya conocidos (acero, cemento,
eólica), pero también otros menos advertidos (aluminio, químicos,
refinerías) para los que propone una racionalización de recursos y
reformas en su gestión.
Como ejemplo paradigmático citó el caso de la industria acerera
china, que en 2008 produjo 660 millones de toneladas de producto a
pesar de que la demanda era de 470 millones, lo que supone una
correlación de sólo el 71 por ciento.
Sin embargo, Wuttke incidió en que el recalentamiento de estos
ámbitos nace de la propia competencia interna china, ya la que las
distintas autoridades regionales son las primeras que libran
batallas al proteger y fomentar su industria local a través de leyes
proteccionistas para no perder su parte del pastel.
El europeo también lamentó la gestión de la empresas de propiedad
estatal, gigantes en sus sectores, y que a pesar de cotizar en Bolsa
no pagan dividendos a sus accionistas, sino que reinvierten las
grandes cantidades de beneficios en otros negocios.
La Cámara de la UE propuso al Gobierno chino una veintena de
medidas para mejorar estas circunstancias, especialmente en el caso
de la inversión en capitales, "o habrá más 'sobrecapacitación' a la
vuelta de la esquina".
La opinión es compartida también por otros analistas, como el
economista jefe del Banco Mundial (BM), Justin Yifu Lin, que
recientemente afirmó en Pekín que este problema supone "el mayor
reto para la economía china" y advirtió que, en caso de no
combatirla, puede tener consecuencias en forma de deflación.
El IPC chino bajó en octubre por noveno mes consecutivo, aunque
el Gobierno chino parece más atemorizado por un rebote inflacionista
a cuenta de la recuperación económica que por una caída continuada
de los precios.
Pekín mantiene su perfil discreto habitual, aunque los
movimientos parecen indicar que es perfectamente consciente de la
situación.
A la aceptación pública del problema en agosto le siguió una
lista de puntos que los gobiernos locales deben aplicar, incluyendo
el libre acceso a los mercados, el incremento de los controles en
temas medioambientales y de uso de tierras, y la búsqueda de
fusiones y adquisiciones para equilibrar los agentes. EFE