Bruselas, 23 oct (EFE).- La Unión Europea exigió hoy a Italia que adopte "nuevas medidas" de ajuste y ponga en marcha las ya aprobadas para poder restaurar la confianza en los mercados, aunque indicó que su situación es muy distinta a la de países como Grecia, que han necesitado un rescate internacional para evitar la quiebra.
"Hemos pedido garantías. Las valientes medidas que ya fueron adoptadas por Italia tienen que ser puestas en marcha", afirmó en rueda de prensa el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
El político belga concretó que las reformas afectan al mercado laboral, sector público, privatización, sistema judicial y también van destinadas a combatir el fraude fiscal.
Van Rompuy, quien esta mañana mantuvo una reunión bilateral con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, explicó que se le ha pedido que dé más detalles sobre los planes de reforma y que precise el calendario de aplicación de las medidas para asegurar que "todo estará puesto en marcha a tiempo"
"Trabajaremos juntos en los próximos días para asegurar que otros miembros del euro tienen garantía de que Italia va a hacer lo que ha prometido hacer", añadió.
Van Rompuy opinó que no se puede "comparar la situación de Italia con la de otros países porque la situación económica es completamente distinta" pero consideró "importante que los inversores tengan garantías y que otros Estados miembros también".
"Pedimos un gran esfuerzo de las autoridades italianas y creemos que están dispuestas a hacerlo", aseguró.
Berlusconi mantuvo también hoy un encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en el que se le urgió a que acelere las reformas económicas en su país para evitar un agravamiento de la crisis.
Sarkozy declaró en rueda de prensa, en referencia a Italia y Grecia, que "los países afectados deben ser conscientes de su responsabilidad" y "tomar nuevas medidas"
"Confiamos en el sentido de la responsabilidad del conjunto de las autoridades italianas: políticas, financieras y económicas", comentó.
Sarkozy lanzó además un dardo a Roma asegurando que "no puede llamarse a la solidaridad de los socios si aquellos a quienes ayudamos no hacen esfuerzos considerables"
La canciller Merkel, por su parte, que compareció en rueda de prensa conjunta con Sarzkozy, indicó que "Italia tiene una gran fuerza económica, pero también tiene un nivel de deuda muy elevado, y este debe reducirse de forma creíble en los próximos años".
En opinión de Merkel, las medidas de crecimiento y de reducción de la deuda deben ir juntas, lo que implica "reformas estructurales".
Preguntada acerca del papel de Berlusconi como interlocutor, respondió: "Es nuestro interlocutor y confiamos en él".
Aunque muchas veces metida en el mismo paquete que Italia, Sarkozy dejó claro hoy que España ya no está "en primera línea" de la crisis gracias a los esfuerzos emprendidos por su gobierno y al sentido de la responsabilidad de su oposición. EFE
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