Roma, 9 nov (EFE).- Justo a tiempo para la próxima temporada de
siembra, la Unión Europea (UE) se esfuerza para combatir el hambre
creciente en Pakistán y, en asociación con la FAO, ha distribuido
semillas y fertilizantes a cerca de 100.000 campesinos, afectados
por el alza de los precios de los alimentos del pasado año.
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación distribuyó hoy una nota en la que explica que "la
subida de los precios alimentarios condenó a 10 millones de
paquistaníes más a las filas del hambre".
"La cifra total de víctimas del hambre en el país se estima ahora
en 46 millones, un 28 por ciento de la población, según un informe
de evaluación de la ONU publicado en julio de 2008", refiere.
Por ello, el país se ha convertido en una prioridad para el
Mecanismo Alimentario de la Unión Europea (EUFF, por sus siglas en
inglés), que con 1.000 millones de euros es la respuesta contundente
de la UE al incremento de la inseguridad alimentaria en el mundo.
"Cuando llegó la crisis, trabajamos duro para obtener una buena
tajada para Pakistán", asegura Hans de Kok, embajador de la Unión
Europea en Pakistán.
"Ahora este país es el mayor beneficiario del Mecanismo
Alimentario, en parte porque sufrió mucho, y en parte por algunas de
las dificultades por la que está atravesando, no sólo en la
agricultura, sino también a nivel de seguridad y de su economía".
En Pakistán, la UE trabaja con la FAO y el Programa Mundial de
Alimentos (PMA), financiando una operación de 40 millones de euros
hasta junio de 2011.
Mientras que el PMA proporciona ayuda alimentaria a cerca de
600.000 agricultores y jornaleros, la FAO ayuda a los pequeños
campesinos a incrementar su producción, con el objetivo generalizado
de que haya más alimentos disponibles para más de un millón de las
personas más vulnerables del país, señala.
En base a estimaciones conservadoras, se calcula que la ayuda de
la FAO durante las próximas cuatro temporadas agrícolas llevará a
una producción adicional de al menos 114.000 toneladas de trigo, así
como de 4.750 toneladas de arroz y 14.250 toneladas de cultivos
varios, incluyendo hortalizas y lentejas, asegura.
El primer empujón llegó a Pakistán antes de la sesión de siembra
"rabi", que comienza en noviembre, cuando un total de 97.500
campesinos recibieron insumos agrícolas. Entre ellos 1.865 toneladas
de semillas -como trigo, tomates, lentejas y guisantes-, así como
3.240 toneladas de fertilizante.
Paradójicamente, estas ayudas llegan cuando Pakistán acaba de
obtener una cosecha récord de 24 millones de toneladas de trigo, dos
millones por encima de sus necesidades de alimentación a nivel
nacional, agrega.
"Pero los precios permanecen obstinadamente altos, en especial en
las áreas rurales, en las que vive la mayoría de la población que
sufre de inseguridad alimentaria. Los alimentos pueden estar allí,
pero resultan demasiado caros para mucha gente", especifica la nota.
Además, explica Gamal Ahmed, Representante de la FAO en Pakistán,
la mayor parte de la población rural del país está compuesta por
pequeños campesinos, que se encuentran cada día con mayores
dificultades para vivir de la tierra.
"No pueden producir lo suficiente para ellos mismos, ya que los
precios de los insumos han subido en exceso -señala Ahmed-. Por eso
nos centramos en proporcionarles semillas y fertilizantes".
Los campesinos de Pakistán necesitan algo más que insumos. "Si se
pregunta a un campesino normal: ¿cuál es su problema?, responderá de
inmediato que semillas de calidad, fertilizante, agua y servicios de
extensión", afirma Imran Ahsraf, el Consejero de Desarrollo de la
Unión Europea en Pakistán.
Ashraf está satisfecho al ver que los insumos están sujetos a una
certificación de calidad y que cumplen con los requisitos de la FAO.
También apoya los esfuerzos de la FAO de garantizar que los
aumentos en productividad son sostenibles más allá de la presente
temporada, al mejorar los sistemas de riego y captación de agua,
reducir las pérdidas post-cosecha y ofrecer formación a los
campesinos.
"Los rendimientos se incrementarán -pronostica Ashraf- , y este
cambio contribuirá sin duda a levantar el ánimo de los campesinos en
las zonas rurales". EFE