Madrid, 14 oct (EFE).- Los mayores bancos y firmas de valores de
Estados Unidos van camino de pagar a sus empleados unos 140.000
millones de euros este año, un récord que demuestra la velocidad con
la que se están recuperando las remuneraciones a pesar del
escrutinio regulatorio.
Según un análisis de documentos oficiales correspondientes al
primer semestre de 2009 y estimaciones de ingresos hasta fin de año
realizadas por The Wall Street Journal y recogidas por EFE-Dow
Jones, los empleados de bancos de inversión, fondos de cobertura,
gestores de activos y mercados bursátiles y de materias primas
podrían ganar más que en 2007.
Ese fue un año récord para la bolsa y los beneficios de Wall
Street aún no habían sido vapuleados por la crisis financiera.
Salvo que se produzca una súbita reversión del aumento en el
corretaje de valores, banca de inversión y otros negocios, la
remuneración y los beneficios totales en las 23 firmas que cotizan
en bolsa analizadas por The Wall Street Journal aumentarían un 20%
frente al año pasado.
El repunte también refleja la mayor confianza de las firmas de
Wall Street en su capacidad para pagar salarios altos con tal de
captar o retener a sus empleados más valorados, especialmente una
vez que hayan devuelto las inyecciones de capital financiadas por
los contribuyentes que los ayudaron a mantenerse a flote durante la
peor parte de la crisis.
Hasta ahora, los reguladores y los legisladores se han
concentrado en asegurarse de que las remuneraciones desincentiven
una toma de riesgo excesiva, lo cual deja abierta la pregunta de
cuánto es demasiado para las empresas.
El análisis de The Wall Street Journal incluye a los gigantes
bancarios JP Morgan Chase & Co, Bank of America Corp y Citigroup
Inc; firmas de valores como Goldman Sachs Group Inc y Morgan
Stanley; gestores de activos como BlackRock Inc y Franklin Resources
Inc; firmas de corretaje en línea como Charles Schwab Corp y
Ameritrade Holding Corp, y operadores cambiarios como CME Group Inc
y NYSE Euronext Inc.
Los negocios se han normalizado en muchos rincones de Wall Street
y las firmas aún se sienten obligadas a pagar grandes sumas de
dinero, a menudo un 50% de sus ingresos o más, para retener a la
gente que genera sus ganancias.
Las firmas de inversiones de capital privado y los fondos de
cobertura, aunque debilitados, también representan una amenaza
competitiva para atraer a banqueros y corredores.
"La remuneración tuvo un papel importante en la crisis financiera
y, sin embargo, nada ha cambiado", según destacó el profesor de
derecho de la Universidad de Denver y experto en gobierno
corporativo Robert Brown.
Las estimaciones de ingresos y salarios se calcularon usando los
dos trimestres más recientes de información financiera y las
proyecciones de resultados del segundo semestre recopiladas por
Thomson Reuters.
En Wall Street cualquier decisión salarial se toma a fin de año,
por lo que las firmas podrían decidir reducir los sueldos de forma
sustancial en los próximos dos meses, a medida que calibran tanto la
opinión pública como los resultados del cuarto trimestre.
Las remuneraciones han sido un tema especialmente espinoso en el
caso de Goldman Sachs, ya que algunos políticos y la opinión pública
estadounidense se preguntan cómo pueden haberse recuperado los
salarios con tanta celeridad -a pesar del aumento en las ganancias-
desde que la firma recibiera ayuda estatal temporal junto con otros
grandes bancos, hace cerca de un año.
Algunas instituciones importantes "tuvieron un buen año, así que
van a sentir la necesidad de pagar bastante bien", destacó el
investigador del centro de estudios Brookings Institution en
Washington, y ex banquero de inversión Douglas Elliottm, que agregó
que "no cabe duda de que habrá un conflicto entre los bancos y la
percepción del público sobre los salarios".
"La manera más fácil de destruir una firma es no pagando a
nuestros empleados", señala un portavoz de Goldman Sachs, que añade
que "entendemos que el tema desata pasiones", pero "destruir una
empresa rentable no le conviene a nadie". EFE