ISLAMABAD - Las reservas de divisas de Pakistán han experimentado un descenso significativo, y el Banco Estatal de Pakistán (SBP) ha informado de una caída sustancial de las reservas de divisas del banco central. Las reservas del SBP cayeron en 217 millones de dólares, alcanzando un nuevo mínimo de 7.180 millones de dólares a 17 de noviembre, debido en gran parte a los reembolsos de deuda en curso y a los retos en el entorno de financiación exterior.
Esta disminución se produce a pesar del apoyo financiero previo, incluido un acuerdo de derecho de giro del FMI por valor de 3.000 millones de dólares recibido en julio y la ayuda de Arabia Saudí y EAU. Las reservas nacionales totales, que incluyen las tenencias de los bancos comerciales, disminuyeron en 233 millones de dólares, situándose en 12.302 millones de dólares, después de que las reservas de los bancos comerciales disminuyeran en 17 millones de dólares, hasta 5.122 millones de dólares.
La reducción de las reservas se atribuye al aumento de los pagos de importaciones y a la falta de entradas de fondos frescos, lo que ha llevado a Pakistán a enfrentarse a una dinámica financiera volátil y a reevaluar sus futuras estrategias de inversión bajo presiones económicas. El país también está lidiando con un creciente déficit por cuenta corriente, impulsado por el aumento de los volúmenes de importación en octubre.
Sin embargo, se vislumbra un alivio financiero en el horizonte de Islamabad. Se espera que el Directorio Ejecutivo del FMI apruebe a principios de diciembre un tramo crucial de 700 millones de dólares en el marco de su acuerdo de derecho de giro, tras una revisión inicial positiva. Este posible impulso financiero forma parte de una inyección prevista de cerca de 1.200 millones de dólares de instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo de cara al nuevo año. También se prevé una ayuda monetaria adicional de los socios del Golfo.
A la luz de estos acontecimientos, los depósitos de la Cuenta Digital Roshan han superado la marca de los 7.000 millones de dólares, impulsados por las continuas contribuciones de los paquistaníes en el extranjero, incluso después de una ralentización tras el aumento de los tipos del CNP. A pesar de los problemas de la balanza por cuenta corriente, los expertos sostienen que los déficits fiscales deberían mantenerse dentro de límites manejables gracias a la entrada prevista de fondos extranjeros y al apoyo continuado del FMI.
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