Londres, 9 nov (EFE).- Latinoamérica busca reconvertirse en un
destino turístico de lujo para atraer a los visitantes locales y
extranjeros una vez que la tempestad de la crisis económica
internacional haya amainado, y para competir en este segmento de la
industria con Norteamérica, Europa y la zona de Asia-Pacífico.
Así lo indica el Informe Sobre Tendencias Globales presentado en
la primera jornada del World Travel Market (WTM), la feria
internacional de turismo de Londres, donde América Latina intenta ya
ofrecer esa nueva imagen de turismo diferente y exclusivo.
El informe, elaborado conjuntamente por el WTM y la consultora
Euromonitor International, destaca que los turistas ricos, que
representan un 3 por ciento del total, gastan ocho veces más que la
media de los turistas, y que atraerlos es el objetivo de la región.
Se pone como ejemplo el acuerdo de cooperación firmado en julio
de este año entre el Instituto Brasileño de Turismo (EMBRATUR) y la
Asociación Brasileña de Viajes de Lujo para promover los destinos
turísticos de lujo de Brasil en EEUU, Italia, Francia, Portugal,
Alemania y el Reino Unido, en busca de los bolsillos más adinerados.
El objetivo de EMBRATUR es conseguir que aumenten el número de
turistas que llegan a gastar de media por viaje 20.000 dólares, en
comparación con el promedio de 2.500 dólares actual por viajero.
En el caso de México, afectado por la crisis y por la pandemia de
gripe A, el estudio hizo hincapié en las inversiones hechas en
estados como Guanajuato para construir infraestructuras de lujo,
especialmente hoteles, y en la rehabilitación de centros históricos.
PromPerú también está a la búsqueda de viajeros acomodados, con
la promoción de servicios especiales, como los cruceros de lujo por
el río Amazonas o el viaje hasta Machu Pichu en un tren exclusivo.
Las perspectivas son positivas, dice el informe, teniendo en
cuenta que los latinoamericanos ricos han resultado poco afectados
por la crisis, con una caída en sus ingresos del 6 por ciento en el
último año, que contrasta con la caída del 20 por ciento en el caso
de las grandes fortunas en los países desarrollados.
El potencial es enorme, según los responsables de Euromonitor
International, que recordaron que sólo el 8 por ciento de los
hoteles en la región forma parte de una cadena, por lo que hay un
amplio margen en el mercado para apostar por el negocio de lujo.
El camino lo han marcado la cadena Four Seasons, que planea abrir
tres hoteles en Brasil en 2010 con una inversión estimada de unos
450 millones de dólares, y AMResorts, que ha abierto dos complejos
exclusivos en la Rivera Maya en agosto de 2008, que ofrecen "lujo
exclusivo sin límites para adultos", en un paquete de todo incluido.
También "están viendo inversiones dinámicas en el segmento de
lujo" Colombia, Perú, Panamá y Argentina, país este último que tiene
previsto abrir cinco hoteles de cinco estrellas en los próximos dos
años, añadiendo a su capacidad 500 plazas hoteleras.
El informe cita a Nicolas Klenner Peluffo, presidente de la
Asociación de Turismo de Lujo de Brasil, quien destaca el potencial
de una región con 376 millones de personas y con "unos costes de
construcción y salariales, y un precio del metro cuadrado
significativamente más bajos que en Norteamérica y Europa".
"Esto implica una inversión menor para establecer un negocio
nuevo", argumenta el responsable turístico brasileño, que considera
que "el boom del lujo ya está ocurriendo en algunas áreas" y que "el
resultado se notará en los próximos cinco años".
Otros indicios que apuntan en la dirección de un incremento del
turismo de lujo es que cada vez hay más conexiones aéreas con los
países del golfo Pérsico, o entre Perú y el sudeste asiático a
través de Singapur, y que países como Brasil y Argentina han sumado
esfuerzos para atraer a japoneses, coreanos y chinos. EFE
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