Pittsburgh (EE.UU.), 25 sep (EFE).- Los líderes del G-20 celebran
hoy la jornada de clausura de su cumbre de Pittsburgh, la tercera en
diez meses, con la perspectiva de convertirse en un consejo
permanente de cooperación económica que reemplace al G8.
Según declaró un alto funcionario estadounidense al diario The
Wall Street Journal, esa iniciativa "es un reflejo del mundo
actual".
El presidente estadounidense, Barack Obama, tiene previsto
dirigirse a los medios a las 8.30 hora local (12.30 GMT), 45 minutos
antes de que comience la primera sesión plenaria, y podría abordar
el asunto.
La Casa Blanca no ha querido confirmar el contenido de la
intervención de Obama, aunque asegura que de ningún modo se tratará
de la "muerte del G8".
Los trabajos de las veinte economías más importantes del mundo
comenzarán a las 9.15 hora local (13.15 GMT) con una sesión de
trabajo, tras la cual los líderes procederán a tomarse la foto de
familia y a un almuerzo.
Tras una segunda sesión plenaria, de una duración calculada de
dos horas y media, el presidente anfitrión, el estadounidense Barack
Obama, ofrecerá una rueda de prensa para informar de las
conclusiones de la cumbre, lo que cerrará la reunión.
Los mandatarios, que quieren apuntalar las señales de crecimiento
que comienza a dar la economía mundial, comenzaron su encuentro la
pasada noche con una cena de trabajo donde ya abordaron los detalles
de la declaración final.
El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, se declaró optimista
de que la reunión arrojará resultados sustanciosos.
Así, la cumbre inaugurada esta noche se cerrará mañana con un
"compromiso común y compartido para asegurarnos de que cooperamos
para apoyar los signos de recuperación y crecimiento en la economía
mundial", dijo Geithner.
El secretario del Tesoro ha predicho, entre otras cosas, un
acuerdo sobre "estándares muy fuertes" sobre las remuneraciones de
los directivos en el sector financiero.
También ha expresado su optimismo sobre un pacto para eliminar
gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles, y adelantó
avances para conceder una mayor voz a los países en desarrollo en
las instituciones financieras internacionales. EFE