Lisboa, 20 abr (EFE).- La normalización de la mayoría de los
vuelos a Europa con salida de Portugal causó hoy aglomeraciones y
largas colas en los principales aeropuertos del país, a cuya región
insular de Azores han llegado entretanto las cenizas volcánicas.
La principal aerolínea lusa, TAP, hizo un llamamiento a la calma
a los miles de pasajeros que intentaban hoy tomar las conexiones
aéreas perdidas en los últimos días por el cierre de los aeropuertos
del centro y norte de Europa.
Fuentes oficiales portuguesas confirmaron que las cenizas del
volcán islandés Eyjafjalla, causante de la crisis aérea, habían
entrado en una franja del espacio aéreo del archipiélago de las
Azores, a unos mil kilómetros al oeste de Lisboa, aunque confían en
que la evolución de los vientos las aleje de las islas.
En los aeropuertos de Lisboa, Oporto y Faro, en el Algarve, había
entretanto largas filas de pasajeros que intentaban tomar vuelos a
Europa, en algunos casos para regresar a sus países después de unas
vacaciones o un viaje de trabajo en Portugal.
La aerolínea estatal TAP aseguró que hoy ha restablecido la mayor
parte de sus conexiones a Europa, a excepción de Escandinavia, Reino
Unido, Alemania, norte de Italia y Polonia, y las ha reforzado con
vuelos extras para desplazar al mayor número posible de pasajeros.
No obstante todavía canceló en las primeras horas del día cerca
de 200 vuelos que se suman a los más de mil servicios suspendidos
desde el fin de semana, que dejaron en tierra a más de 55.000
viajeros.
El presidente de TAP, Fernando Pinto, calculó en declaraciones a
medios lusos en más de dos millones de euros las pérdidas de la
compañía como consecuencia de las cancelaciones de vuelos, que han
afectado al 50 por ciento de la operación de la aerolínea que se
concentra en Europa.
Aunque ninguno de los aeropuertos lusos cerró por culpa de la
perturbación meteorológica, sólo los vuelos de TAP a África, América
y España funcionaron normalmente y muchos viajeros con conexiones a
otros países europeos han tenido que quedarse en Portugal en espera
de la normalización del tráfico aéreo.
Empresas, instituciones y particulares han recurrido a trenes,
camiones y automóviles para enviar mercancías o retornar a casa y la
empresa estatal de ferrocarriles duplicó los servicios entre Lisboa
y la localidad francesa de Hendaya, a través de España, para atender
la gran demanda de pasajes.
La empresa nacional de correos lusa optó el lunes por despachar
en camiones hacia otros países europeos las 16 toneladas de cartas y
paquetes internacionales acumulados por el colapso del tráfico aéreo
en la mayor parte del Viejo Continente. EFE