Bruselas, 21 may (EFE).- Los acuerdos de la cumbre de Madrid
entre los países de la UE y de América Latina supondrán un descenso
de los aranceles para las importaciones de banano de ocho naciones
latinoamericanos respecto al compromiso alcanzado en 2009 en Ginebra
para recortar el arancel, que zanjó un largo litigio.
La cumbre de esta semana ha supuesto, por un lado, un acuerdo de
asociación con seis países de Centroamérica y por otro, la rúbrica
del compromiso que Bruselas temía para un tratado comercial con Perú
y Colombia.
En ambos casos, el trato a las importaciones bananeras al mercado
europeo fue uno de los aspectos más controvertidos de las
respectivas negociaciones.
El acuerdo entre la UE y los estados centroamericanos (Costa
Rica, Panamá, Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador) supondrá
una rebaja gradual de los aranceles a la fruta, que partirá de 145
euros por tonelada al final de este año y se situará en 75 euros por
tonelada en enero de 2020.
En cuanto a Perú y Colombia, el pacto con la UE establece
ventajas similares, con una disminución del arancel en diez años,
hasta que se quede en 75 euros.
Esto supone que ocho países, por ahora, van a tener un trato más
favorable en sus envíos plataneros que el que aceptaron, junto con
otras naciones, cuando la UE y Latinoamérica pusieron fin en
diciembre en Ginebra a la larga guerra a causa de esas
importaciones.
El polémico gravamen a la entrada de bananas latinoamericanas
está en 176 euros por tonelada.
El pacto suscrito en la ciudad suiza con 11 naciones de América
Latina implica un recorte del arancel progresivo, para que pase a
148 euros y después disminuya gradualmente hasta quedar en 114 euros
por tonelada, en un plazo aproximado de ocho años.
Tras la cumbre de Madrid, la situación queda como en Ginebra para
Ecuador -líder en la producción bananera-, México, Brasil y
Venezuela.
No obstante, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, confirmó en
Madrid que se reanudarán las negociaciones con la UE para alcanzar
un acuerdo de asociación. EFE