Nueva York, 27 nov (EFE).- Apostados en largas colas en la calle,
los estadounidenses comenzarán hoy, un año más, la temporada de
rebajas con una frenética jornada de compras conocida como el "Black
Friday" ("Viernes Negro"), en la que los comercios en números rojos
tienen la esperanza de recuperar sus finanzas.
En tiempos de crisis las tiendas han anunciado grandes
descuentos, como los almacenes Target, que ha anunciado que ofrecerá
tostadoras y cafeteras a tres dólares, importantes rebajas en
televisiones de alta definición, así como artículos de ropa y
juguetes al 50 por ciento.
Pero estas ofertas pueden hacer perder la cabeza a los clientes
que, envueltos en la fiebre consumista, el año pasado arrollaron en
un establecimiento en Nueva York de Wal-Mart, la mayor cadena
minorista del mundo, a un empleado que murió aplastado por 200
clientes que esperaban desde las cinco de la mañana a las puertas
del establecimiento.
Los comerciantes sufrieron en 2008 una de las peores campañas
navideñas de la historia y confían en que este año un resultado más
positivo compense las pérdidas que acumulan.
No obstante, algunas encuestas ya han advertido de que la
austeridad seguirá marcando la pauta en una economía que, aunque
intenta levantar cabeza, no consigue acabar de despegar.
Y es que cabe destacar que en octubre registró una tasa de paro
del 10,2 por ciento,,el segundo mayor porcentaje registrado en
Estados Unidos en 26 años, y desde que comenzó la recesión en 2007
se han destruido 7,3 millones de empleos.
Las previsiones son inciertas porque, según mostró esta semana un
estudio de la firma SpendingPulse, ya se ha detectado un descenso de
ventas en lo que va de noviembre frente al mismo periodo de 2008.
Pero todavía hay un rayo de esperanza y los comerciantes esperan
generar entre hoy y el domingo el 10 por ciento de los beneficios
totales de esta temporada navideña. EFE