Bruselas, 16 feb (EFE).- Las dudas sobre la compatibilidad del
sistema financiero europeo con las medidas propuestas por el
presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para limitar las
actividades especulativas de la banca, crecen en el seno de la Unión
Europea.
Los ministros de Finanzas de los Veintisiete debatieron hoy el
asunto y coincidieron en señalar que el análisis de éstas y otras
propuestas debe hacerse a la luz de la especificidad del modelo de
banca y la legislación del viejo continente.
"Es muy importante que a uno y otro lado del Atlántico, tengamos
la misma voluntad de ir hacia adelante en la hoja de ruta del G-20.
Pero no se puede calcar las ideas de Obama para el continente
europeo", dijo el nuevo comisario de Mercado Interior y servicios
financieros, Michel Barnier, que viajará próximamente a Washington
para conocer de primera mano las intenciones del Gobierno
estadounidense.
Barnier prometió un "análisis minucioso" de las propuestas de
Obama, pero adelantó que, en su opinión, "en el continente europeo
hay más problemas vinculados a la interconexión de los bancos que al
ámbito de la actividad o el tamaño de los mismos".
Las medidas para fortalecer el sistema financiero propuestas el
pasado 21 de enero por el presidente estadounidense, Barack Obama,
se resumen en dos actuaciones principales.
Por un lado, propuso limitar el tamaño de las entidades para
evitar incurrir en el llamado "too big to fall" (demasiado grande
para caer), que casi garantiza a los colosos financieros con
problemas el rescate público a fin de evitar que arrastren al resto
del sistema, y prohibir ciertas actividades de riesgo a la banca
minorista.
Por otra parte, promovió la instauración de un impuesto de
"responsabilidad" para que las entidades y no el contribuyente se
hagan cargo del coste de la crisis.
En principio, los ministros de Finanzas de la Unión Europea,
consideran que estas medidas van en línea con lo acordado por el
G-20 y, por este motivo, los titulares sueco y holandés pidieron que
fueran discutidas en el seno del Ecofin, en sendas cartas que
enviaron a la presidencia española.
Sin embargo, han ido surgiendo las dudas sobre la compatibilidad
de las medidas con el modelo europeo.
Durante la reunión de hoy, el propio ministro sueco expresó la
importancia de estudiar la posibilidad de que el endurecimiento de
la regulación provoque una huida de capitales y la necesidad de
definir cuándo una entidad es considerada demasiado grande para
caer, informaron fuentes que presenciaron la discusión.
El ministro de Finanzas británico, Alistair Darling, recordó que
la propuesta estadounidense aún tiene que ser aprobada por el
Legislativo y pidió que la eventual adopción de una tasa sobre las
transferencias internacionales (conocida como "tasa Tobin") o un
impuesto sobre los depósitos requieran de un "acuerdo global".
Precisamente, sobre la necesidad de preservar unas reglas del
juego equitativas en todo el mundo insiste el análisis publicado el
pasado 10 de febrero por el Comité Económico y Financiero respecto a
las propuestas de la administración estadounidense en este sentido.
El documento dice que "la aplicación de la regla Volcker (sobre
la limitación del riesgo en la banca) podría no ser consistente con
los principios del Mercado Interior y de banca universal" vigentes
en la UE y resta importancia al factor del tamaño, al considerar que
es "sólo uno de varios criterios relevantes para hacer frente a la
concentración del riesgo en el sistema". EFE