Toronto (Canadá), 25 jun (EFE).- Los líderes del G8, reunidos en
Muskoka (Canadá), dejaron claras de nuevo sus diferencias sobre la
necesidad de recortar el déficit, como defiende Canadá y los países
europeos, o de mantener el estimulo económico, como pide EE.UU.
Está previsto que el asunto sea uno de los ejes centrales de la
cumbre del G20 que se inicia el sábado en Toronto, pero los líderes
de los países más ricos no pudieron evitar referirse a ello antes de
comenzar la reunión del G8, en la que no está previsto que aborden
los espinosos temas económicos.
De hecho, este fue uno de los asuntos al que se refirió el primer
ministro de Canadá, Stephen Harper, cuando recibió a su par
británico, David Cameron, a las puertas del lujoso complejo hotelero
en los lagos de Muskoka, donde se celebra el G8.
En la víspera de la reunión del G20, donde se abordarán
formalmente las medidas económicas necesarias para consolidar el
crecimiento, Harper felicitó a Cameron por el reciente recorte del
gasto que ha aprobado en su país.
Harper dijo que las medidas adoptadas por Londres y otros
Gobiernos europeos, como España o Italia, "subrayan la verdadera
consolidación presupuestaria" que Canadá quiere promover en la
cumbre del G20 del fin de semana en Toronto.
"Apreciamos las decisiones difíciles y responsables que ha tomado
a este respecto", dijo Harper, quien tiene previsto pedir a los
países más endeudados que se comprometan a reducir a la mitad sus
déficit en tres años.
Cameron respondió a Harper que la medida "es lo que había que
hacer" para afrontar "los desequilibrios que tenemos".
Pero no todos los líderes piensan igual. El presidente
estadounidense, Barack Obama, envió el sábado una carta previa a la
cumbre a sus homólogos del G20, en la que advertía del peligro de
retirar los estímulos fiscales de manera precipitada, porque podría
abortar la recuperación económica.
Sin embargo, Harper envió de forma paralela su propia carta
urgiendo a los países a fijar sus propios objetivos de reducción del
déficit.
En la carta enviada previa a las cumbres, Obama también pidió a
los países exportadores, como China, Alemania y Japón, que tomen
medidas para lograr que su crecimiento se asiente más en la demanda
interna, y menos en la exterior.
Estos países, no obstante, no acaban de compartir la opinión de
Estados Unidos, pues no ven la necesidad de ayudar al crecimiento
mundial, y también de EE.UU., aumentando sus importaciones, cuando
Washington está pidiendo a sus propios ciudadanos que ahorren más, y
gasten menos.
"El éxito exportador de Alemania refleja su alta competitividad y
la fuerte capacidad innovadora de nuestras compañías. Reducir
artificialmente la competitividad de Alemania no es de utilidad para
nadie", dijo la canciller alemana, Angela Merkel, en una entrevista
publicada recientemente en The Wall Street Journal.
Hoy, Merkel volvió a insistir en el tema, al asegurar que tanto
su país como la Unión Europea consideran que "ha llegado el momento"
de reducir los déficit.
"Alemania y la Unión Europea tienen una posición firme (...)
hemos recuperado tasas de crecimiento robustas y ha llegado el
momento de reducir los déficit", afirmó Merkel. EFE