Ginebra, 3 nov (EFE).- Los salarios reales, cuyo crecimiento se
redujo de manera drástica en 2008, seguirán disminuyendo este año a
pesar de las señales de una posible recuperación económica, según la
Organización Internacional del Trabajo (OIT).
"Es probable que la situación salarial empeore en 2009", señaló
la organización en una actualización presentada hoy de su Informe
mundial sobre salarios 2009, en la que, sin embargo, destaca como
nota positiva que la crisis ha servido para mejorar los salarios
mínimos en una mayoría de países.
El informe señala que en la mitad de los 35 países para los
cuales se cuenta con información, el salario real mensual se redujo
en el primer trimestre de 2009 comparado con el promedio de 2008.
Esto, por lo general, se debió a una disminución en la cantidad
de horas trabajadas.
Patrick Belser, experto en salarios del Programa de Condiciones
de Trabajo de la OIT, explicó, en relación a España -que constituye
una notoria excepción en Europa en cuanto a su elevado índice de
desempleo- que "las fuertes medidas adoptadas por el Gobierno han
hecho que no se encuentre entre esos países donde se redujo la tasa
de incremento de los salarios".
Antes de este año, la OIT constata, en base a una muestra de 53
países sobre los que existe información, que el crecimiento del
salario real medio bajó del 4,3 por ciento en 2007 al 1,4 por ciento
en 2008.
Y entre los diez países del G-20 sobre los que se cuenta con
información, el crecimiento del salario real promedio bajó del 1,0
por ciento en 2007 al -0,2 por ciento en 2008.
Entre los países donde los salarios mensuales se mantuvieron sin
variación figuran Estados Unidos o Costa Rica (0 por ciento), y
entre los que perdieron valor real están, entre otros, Japón (-0,9
por ciento), Panamá (-2,8 por ciento), México (-3,5 por ciento) o
Ecuador (-4,1 por ciento).
Según dijo Manuela Tomei, directora del programa sobre
condiciones de trabajo y empleo de la OIT, "el continuo deterioro de
los salarios reales a nivel mundial plantea serias preguntas sobre
la verdadera dimensión de una recuperación económica, sobre todo si
los gobiernos ponen fin a las medidas de estímulo de manera
anticipada".
Un dato positivo es que la mayoría de los países han elevado sus
salarios mínimos en los últimos años, a diferencia de lo que ocurrió
en recesiones anteriores, cuando prevaleció la preocupación por el
impacto que la aplicación de salarios mínimos podría tener en
términos de costos laborales.
En 2008, la mitad de los 86 países sobre los que se tiene
información -incluyendo grandes economías como Estados Unidos, Rusia
y Japón- aumentó el salario mínimo más allá del incremento de la
inflación.
España se encuentra entre esos países donde el salario mínimo
aumentó en términos reales, aunque en mucha menor proporción que,
por ejemplo, en Estados Unidos, Rusia o Brasil.
La OIT destaca que en este último país el gobierno aplicó medidas
decisivas para contrarrestar la crisis y reforzar la protección
social con un aumento real del salario mínimo, del 6 por ciento, en
febrero de 2009.
Pero la OIT destaca que el deterioro actual de los salarios se
produce después de una década de moderación salarial previa al
estallido de la crisis.
El informe estima que años de estancamiento salarial en relación
al aumento de la productividad contribuyeron al estallido de la
crisis al no permitir que los hogares incrementaran su capacidad de
consumo, salvo a través del endeudamiento.
"En el futuro, si queremos alcanzar la sostenibilidad económica y
social, será esencial restablecer el vínculo entre crecimiento de la
productividad e incremento de los salarios", dijo Tomei.
El informe señala además que el pago de primas excesivas a altos
ejecutivos sin relación a su desempeño contribuyó al estallido de la
crisis, ya que las mismas distorsionaron la estructura de incentivos
en el sector financiero y fomentaron la toma de riesgos y la
búsqueda de beneficios a corto plazo.
Otro aspecto que preocupa en el nuevo informe es la medida en que
ha aumentado el atraso en el pago de salarios, sobre todo en países
donde esto ya era un problema, como Ucrania y Rusia. EFE