París, 25 jun (EFE).- Los sindicatos franceses se quejan de que
el presidente de la República, Nicolas Sarkozy, recibiera a un
futbolista de la selección francesa para hablar del Mundial pero no
quiera discutir con ellos, un día después de la jornada de huelga y
de manifestaciones contra la reforma del sistema de pensiones,
"Es un corte de mangas a los manifestantes", subrayó hoy el
secretario general de la Confederación Francesa de Trabajadores
(CFDT), François Cherèque, que en una entrevista a la emisora de
radio France Info recordó que la de ayer fue la mayor movilización
de las cuatro contra la reforma de las pensiones de este año.
Cherèque, que insistió en la cifra de dos millones de
manifestantes y explicó que los huelguistas llegaron al 40% en la
compañía ferroviaria estatal SNCF y al 20% en la Administración,
denunció la actitud de Sarkozy.
"Hay una inversión de las prioridades en nuestro país", precisó
el sindicalista al comentar el hecho de que el jefe del Estado
hubiera modificado ayer su agenda -anuló un encuentro con las ong
sobre la cumbre del G20 de Toronto- para recibir a Thierry Henry, de
vuelta del Mundial de Sudáfrica tras la desastrosa y polémica
participación de la selección francesa.
El líder del primer sindicato del país, la Confederación General
del Trabajo (CGT), Bernard Thibault, también cargó contra Sarkozy
por su disponibilidad con Henry, mientras ellos le están pidiendo
que renegocie su proyecto de reforma de las pensiones.
El punto más polémico de la reforma es la elevación de la edad
mínima de jubilación de los 60 años actuales a 62 de forma
progresiva entre 2011 y 2018.
También ha causado mucha oposición el aumento de la tasa de
cotización de los funcionarios del 7,85% al 10,55% para equipararse
a la de los trabajadores del sector privado.
El primer ministro francés, François Fillon, comparece esta
mañana ante la prensa para hacer balance de la jornada de
movilización de ayer contra su plan, que, según la policía, sacó a
las calles a cerca de 800.000 personas, muchas menos que las
calculadas por los sindicatos, pero el doble de las que la propia
policía estimó en la anterior protesta del 27 de mayo.
Los sindicatos se reunirán el próximo martes para decidir, a
partir de la reacción del Ejecutivo, sobre la continuación de sus
acciones, lo que debería traducirse en más movilizaciones tras las
vacaciones de verano. EFE