Eduardo Davis
Brasilia, 1 jun (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula
da Silva, se comprometió hoy ante la Cepal a trabajar por América
Latina, el Caribe y África cuando deje el poder, el próximo 1 de
enero, y ayudar a que esas regiones "escriban sus propios destinos".
"Latinoamérica y África deben transformarse en continentes de
dignidad y respeto", afirmó Lula en la clausura del 33 período de
sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal), que concluyó hoy en Brasilia tras tres días de debates.
El mandatario brasileño comparó la forma en que han reaccionado
los países de América Latina y el Caribe ante la crisis que estalló
en 2008 en Estados Unidos y frente a la que se abate hoy sobre la
zona del euro y aseguró que el poco impacto se debe a que la región
ha "empezado a escribir su destino sin ayuda de nadie".
Lula condenó el Consenso de Washington, que en los años 90
proponía reducir el papel estatal en la economía para entregarla a
manos del mercado, y valoró en contraposición la propuesta de la
Cepal de fortalecer a los Estados.
En su opinión, por haber hecho eso en los últimos años muchos
países latinoamericanos, como Brasil, han salido bien librados de
las actuales turbulencias internacionales.
El presidente brasileño le achacó buena parte del atraso en que
se sumergió América Latina durante el siglo XX a los
"autoritarismos", por los regímenes militares que gobernaron en
muchos países, pero también a "la subordinación de muchos jefes de
Estado, que pensaban que todo lo que venía de Europa y Estados
Unidos era bueno".
Sostuvo que la crisis que ahora sufren los países más ricos es
"una lápida para los fundamentalistas del mercado", que antes "le
imponían" sus ideas y sus modelos a América Latina y el Caribe.
Dijo que esas imposiciones no se daban solamente en la economía,
sino también en la política, y recordó que "no hace muchos años que
una embajadora de algún país rico decía en un país de Centroamérica
qué candidato presidencial debía ganar una elección".
Por el contrario, declaró que en los últimos años en la región
"se han dado pasos importantes para superar el estigma de la
desigualdad que todavía nos marca" y se ha comenzado a "recuperar la
confianza y la autoestima después de décadas perdidas".
Según Lula, en América Latina y el Caribe hubo "una reacción" y
las sociedades "tomaron conciencia de su fuerza y también de la
necesidad de tener y dirigir sus propios procesos".
Sostuvo que fue esa reacción la que generó la "ola de democracia"
que viven los países latinoamericanos y permitió que un indio, como
Evo Morales, o un obrero, como él, llegasen al poder en Bolivia y
Brasil.
Lula afirmó que "el motor de esa democracia son las clases
históricamente olvidadas", que han sido reivindicadas por Gobiernos
que "pusieron lo social como preocupación central".
También hizo un repaso de las políticas sociales que su Gobierno
promovió desde el 2003 y ofreció esa experiencia a la Cepal, a fin
de transmitirla a todos los países de América Latina y el Caribe.
Según Lula, muchas de esas políticas ya contemplan algunas de las
recomendaciones que la Cepal ha plasmado en un documento discutido
en Brasilia y aprobado hoy, en el que se propone fortalecer el papel
del Estado como factor de promoción de la igualdad social y el
desarrollo.
A modo de despedida, Lula recordó que el próximo 1 de enero le
entregará el cargo al ganador de las elecciones del 3 de octubre,
pero se comprometió a continuar trabajando, sin aclarar cómo, para
promover el desarrollo y la igualdad en América Latina y África.
En la última jornada del 33 período de sesiones, clausurado con
el discurso de Lula, los países miembros de la Cepal acordaron hoy
que el próximo encuentro bianual del organismo será celebrado en El
Salvador en 2012. EFE
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