Londres, 8 oct (EFE).- El grupo austríaco canadiense Magna
International ha estado negociando con representantes del Gobierno
británico y de los trabajadores de General Motors en el Reino Unido
en busca de apoyo a su plan de compra de Opel/Vauxhall.
Magna trata de conseguir el visto bueno de los sindicatos al plan
de ahorros que quiere aplicar a los trabajadores de Vauxhall en Gran
Bretaña, quienes rechazaron la pasada semana un plan economizador de
costos aprobado antes por los trabajadores alemanes de Opel, informa
el diario Financial Times.
Los sindicatos y los representantes del Gobierno británico
presionan a Magna para que ofrezca garantías sobre el futuro de las
dos plantas británicas a cambio de concesiones en materia de
salarios y pensiones.
En los próximos días, la auditoría PricewaterhouseCoopers (PwC)
publicará un informe sobre Opel que, según el diario británico,
identificará los puntos débiles del plan de reestructuración de
Magna y dirá que hay "un riesgo extraordinario" de que incumpla los
objetivos de ventas.
Se espera que el Gobierno británico, al que está destinado ese
plan, reciba el informe final a principios de la próxima semana como
muy tarde.
Una fuente conocedora de su contenido dijo al periódico que,
aunque dará luz verde al plan de reestructuración diseñado por Opel,
planteará ciertas preocupaciones graves.
El plan de Magna prevé una caída de las ventas de Opel a 1.16
millones este año, pero cuenta con que en tres años suban a 1.55
millones y alcance los 1.6 millones de unidades para el 2014.
La fuente dijo que Opel se expone a "un riesgo extraordinario de
incumplir esos objetivos".
Un funcionario del Gobierno alemán, que pidió el anonimato,
confirmó que la empresa auditora había identificado ciertos puntos
flacos en el plan de Opel y había propuesto formas de remediarlos.
Por su parte, la comisaria de la competencia de la Unión Europea,
Neelie Kroes, aseguró en una carta al Gobierno británico que
Bruselas está supervisando la venta de GM Europa a Magna y al
Sberbank de Rusia para garantizar que el proceso "no es
distorsionado por motivos proteccionistas sino que se basa en
consideraciones comerciales y de defensa de los puestos de trabajo
que resulten viables".
Kroes dirigió esa carta al ministro británico para la Empresa,
Peter Mandelson, en respuesta a otra misiva en la que el político
laborista británico ponía en tela de juicio la viabilidad del plan
de Magna. EFE