Julio César Rivas
Auburn Hills (EE.UU.), 4 nov (EFE).- El nuevo equipo directivo de
Chrysler, con su consejero delegado a la cabeza, Sergio Marchionne,
dijo hoy que el fabricante estadounidense tiene un plan sólido para
relanzar la empresa e integrarla en la estructura de Fiat que ya
está funcionando.
Uno tras uno, 15 de los 24 principales ejecutivos de Chrysler
desfilaron ante unos 150 analistas y otros tantos periodistas
reunidos en la sede de la empresa en la localidad de Auburn Hills (a
unos 50 kilómetros al norte de Detroit), para explicar su plan
empresarial de cinco años.
Para empezar, Marchionne (también consejero delegado de Fiat)
salió al paso de las informaciones aparecidas en las últimas semanas
sobre la salud financiera de Chrysler y sorprendió a la audiencia al
anunciar que en septiembre el tercer fabricante estadounidense de
automóviles estuvo en el umbral de la rentabilidad.
Según el directivo, en el tercer trimestre del año Chrysler tuvo
unos beneficios antes de impuestos, intereses y amortizaciones
(EBITDA) de 200 millones de dólares y en septiembre casi logró un
beneficio neto.
Con su clásico estilo comedido y luciendo un suéter que
contrastaba con los trajes del resto de los ejecutivos, el
italo-canadiense dijo que hay "muchas ideas falsas" sobre la
situación financiera de Chrysler que "afortunadamente no son
ciertas".
"Creo que muchos de ustedes han infravalorado la sustancial
reducción de costes fijos realizada durante la quiebra", añadió.
Tal y como se comprometió con el Gobierno estadounidense cuando
se hizo con el 20 por ciento del accionariado de Chrysler, el plan
presentado por Marchionne y su equipo se basa en la utilización a
medio y largo plazo de la tecnología de Fiat para producir vehículos
en Norteamérica.
Pero a corto plazo, el Grupo Chrysler (compuesto por las marcas
Dodge, Chrysler, Jeep y Ram) tendrá que contentarse con "refrescar"
los modelos existentes, lo que puede ser un peligro para la empresa.
El fabricante no tiene previsto ningún lanzamiento de nuevos
vehículos con tecnología italiana hasta el 2012, lo que, sin duda,
provocará una mayor pérdida de la demanda.
La solución a esa falta de nuevos productos será la actualización
de los modelos existentes. El presidente de Dodge, Ralph Gilles,
dijo que el primer modelo en experimentar este "lavado de cara" será
el Nitro a finales de este año.
Pero el resto de la gama de vehículos de Dodge seguirá el mismo
camino de aquí hasta el último trimestre de 2010.
La actualización incluirá desde nuevos interiores y exteriores
hasta nuevos motores.
En el 2012 Dodge lanzará su primer vehículo "italiano", una
berlina del segmento C producido sobre una plataforma italiana. En
el 2013 la marca lanzará un nuevo vehículo pequeño (segmento B)
producido por Fiat y el sustituto de la berlina Avenger (segmento
C), también con plataforma italiana.
En la nueva estructura de integración con Fiat, la empresa
italiana será la encargada de desarrollar motores de pequeño
desplazamiento y diesel, mientras que el Grupo Chrysler tendrá la
labor de producir los motores más grandes, así como tecnologías
híbridas y eléctricas.
Marchionne quiere que Chrysler integre lo antes posible
tecnologías italianas como los motores Multiair y que utilice al
máximo el sistema de turboalimentación para reducir el tamaño de los
motores.
El plan es que el próximo año Chrysler lance un nuevo motor V6 de
la familia Pentastar con reducido consumo para reemplazar los V6
existentes de 2,7 a 4 litros. El primer modelo que utilizará este
nuevo motor será el Jeep Grand Cherokee, a mediados de 2010.
Otro de los aspectos clave de la integración de Chrysler y Fiat
será en la cadena de suministro. Daniel Knott, director de Compras
del Grupo Chrysler, dijo que el valor anual de compras de las dos
empresas combinadas será de 68.000 millones de dólares, lo que
permitirá rebajar costes.
Para ello, la estructura de compras de Chrysler está siendo
modificada para ser un espejo de la de Fiat, lo que ya ha permitido
ahorros en compras de sistemas termales, espejos retrovisores o
termostatos, dijo Knott.
El objetivo es reducir en unos 3.400 millones de dólares los
costes de compras de las dos empresas combinadas.
Según el presidente del Grupo Chrysler, Robert Kidder, Marchionne
"y su equipo están reinventando el modelo empresarial de Chrysler en
uno con una verdadera economía global de escala", y añadió que el
nuevo equipo directivo está convencido "que los problemas que
condujeron a la quiebra" pueden ser resueltos. EFE