Ginebra, 30 nov (EFE).- El grupo de Cairns, que engloba a los
países exportadores agrícolas, se unió hoy a la voz de las naciones
en desarrollo que solicitan una reunión negociadora de la Ronda de
Doha a principios de 2010, y señaló las salvaguardas como uno de los
principales temas a resolver.
"Queremos dar un mensaje fuerte y claro: necesitamos concluir la
Ronda en el 2010", señaló en rueda de prensa Simon Crean, ministro
de Comercio de Australia, quien se refirió a la declaración suscrita
por el grupo, que abogó por concretar las declaraciones públicas.
"La voluntad política y el compromiso con las negociaciones
multilaterales son vitales, y necesitamos que sean urgentemente
traducidas en negociaciones concretas. Los ministros deberían
reunirse a principios del 2010 para evaluar la situación y tomar las
decisiones necesarias para asegurar que la Ronda está en camino de
concluirse".
La Ronda de Doha es el proceso de liberalización comercial que
comenzó hace ocho años en la ciudad qatarí homónima y que se negocia
infructuosamente desde hace ocho años.
El propio Crean confesó la "frustración que muchos ministros
sienten", pero defendió que este desasosiego no puede paralizarlos,
al contrario, deben seguir luchando para concluir cuanto antes la
Ronda.
El grupo de Cairns aprovechó su reivindicación de una
reactivación de la Ronda para defender sus intereses y señaló que la
agricultura debe estar "en el centro de las negociaciones".
"El grupo de Cairns reitera que el compromiso final debe incluir
un gran paquete de reformas en el comercio agrícola, que sigue
estando muy distorsionado. El compromiso debe incrementar el acceso
a mercados, debe reducir los subsidios domésticos, y eliminar los
subsidios a la exportación en 2013", reza la declaración.
Precisamente, uno de los principales temas de debate en el marco
agrícola son las salvaguardas, el asunto que fue señalado como la
causa por la cual fracasó el último gran intento negociador, en
julio de 2008.
Este mecanismo permitiría a los países en desarrollo aumentar
temporalmente los aranceles a la importación en caso de un
extraordinario y súbito aumento de la entrada de productos
agrícolas.
"Las salvaguardas son un tema esencial, y nuestro grupo está
trabajando técnicamente para resolverlo. Deben existir, pero bajo
determinadas circunstancias", señaló Crean.
En el grupo de Cairns hay países que los defienden, como
Indonesia o Filipinas, y otros que las rechazan o, al menos
advierten de sus consecuencias perniciosas, como Argentina, Uruguay
o Costa Rica.
"Hay una falsa impresión de que las salvaguardas son un problema
de los ricos. No, también pueden afectar a los países en desarrollo,
como Costa Rica. No es que nos opongamos directamente, sólo decimos
que debe poderse aplicar bajo circunstancias muy determinadas",
explicó a Efe el ministro costarricense de Comercio, Marco Vinicio
Ruiz.
"Para un país como Costa Rica, que tiene firmados muchos tratados
de libre comercio, el sistema podría distorsionar sus flujos
comerciales. Necesitamos un sistema que esté mucho mejor regulado",
agregó Ruiz.
Por su parte, la ministra de Comercio de Indonesia, Mary
Pangestu, gran defensora de las salvaguardas, aclaró que es
consciente de que se necesita "un equilibro" y se mostró convencida
de que podrá establecerse un sistema que beneficie a los países en
desarrollo y que al mismo tiempo no perjudique a otros países pobres
exportadores agrícolas. EFE