Buenos Aires, 17 jul (EFE).- Marsans enviará al Gobierno
argentino una carta en la que objeta la designación por parte del
Ejecutivo de Mariano Recalde como nuevo presidente de Aerolíneas
Argentinas, confirmaron hoy a Efe fuentes del grupo español.
Esa designación fue concretada sin consulta previa, dice Marsans,
aún accionista mayoritario de Aerolíneas Argentinas, pues el juicio
de expropiación de la compañía por parte del Estado argentino
todavía no concluyó.
Mariano Recalde es un abogado vinculado a la Confederación
General del Trabajo (CGT), la mayor central obrera del país, cuyo
líder, Hugo Moyano, es uno de los principales aliados al Gobierno.
Recalde fue designado al frente de Aerolíneas el pasado día 7 y
asumió el cargo formalmente este jueves.
El nombramiento de Recalde, que sustituyo a Julio Alak -ahora
ministro de Justicia- se formalizó mediante una asamblea en
Aerolíneas Argentinas de la que no participó ningún representante de
Interinvest (Marsans), por lo que el grupo español elevará una queja
al directorio de la compañía.
El nuevo presidente de la compañía aérea dijo hoy a la radio
Milenium, de Buenos Aires, que con la carta de objeción Marsans
"está presionando para conseguir una indemnización por la
expropiación" de Aerolíneas.
Un resarcimiento que, aseguró, no va a obtener "porque la
decisión política fue bien clara" y el Tribunal de Tasación
estableció que la empresa "ni siquiera vale cero".
Según argumenta el Gobierno argentino, Marsans no ejerce ningún
derecho sobre las acciones de Aerolíneas pues así lo estipula la ley
que aprobó el Parlamento en noviembre pasado para permitir la
expropiación de la compañía.
Esa norma, que permitió al Estado iniciar un juicio de
expropiación aún en curso, estableció que el Poder Ejecutivo es el
que ejerce todos los derechos sobre las acciones sujetas a
expropiación, por lo que Marsans no tendría injerencia alguna en la
elección del nuevo presidente.
"Es cierto que todavía no concluyó el procedimiento para
expropiar las acciones, pero lo que dice la ley es que mientras dure
el procedimiento el Estado nacional puede asumir el control y la
dirección del bien a expropiar", señaló Recalde.
"Hay un decreto y una ley que avalan perfectamente la acción del
Estado y mi designación", añadió.
Los representantes del grupo español dentro del directorio de
Aerolíneas renunciaron a sus cargos a inicios de febrero pasado,
cuando el Estado asumió el control total de la compañía, intervenida
desde julio de 2008 cuando la empresa entró en una grave crisis
financiera.
El Gobierno argentino busca un acuerdo con la europea Airbus para
la provisión de aviones a Aerolíneas Argentinas, convenio clave para
destrabar el conflicto con Marsans por la expropiación de la línea
área.
Se trata de un acuerdo tripartito por el que Marsans, a través de
una de sus subsidiarias, transferirá a Aerolíneas Argentinas un
contrato de compra a Airbus firmado en 2007.
A su vez, Airbus y Aerolíneas establecerán en un nuevo convenio
la cantidad, características y plazos de entrega de las aeronaves,
que podrían ser entre doce y catorce, y se aplicarían a rutas
internacionales.
Si se concreta esta cesión de contrato, Marsans lograría que
Airbus le devuelva el adelanto ya abonado por el acuerdo firmado en
2007 -unos 210 millones de dólares- y se libraría de un potencial
juicio por incumplimiento del contrato de compra con el fabricante
europeo.
Con la recuperación de ese dinero, la empresa española levantaría
la reclamación contra Argentina por la expropiación de Aerolíneas
ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a
Inversiones (CIADI).
Una demanda que ese tribunal del Banco Mundial ya aceptó tramitar
y en la que Marsans podría llegar a pedir un resarcimiento por mil
millones de dólares.
Si toda esta operación se concreta, Marsans podría darse por
conforme con el "valor simbólico de un peso" que el Estado argentino
fijó por Aerolíneas Argentinas en el juicio sumario de expropiación,
iniciado en febrero pasado en la Justicia nacional. EFE