Moscú, 11 oct (EFE).- El presidente ruso, Dmitri Medvédev, afirmó
hoy que Rusia ha evitado lo peor durante la actual crisis global y
planteó la necesidad de modernizar la economía del país en un plazo
de dos o tres lustros.
"Hemos logrado evitar lo peor en cuanto a las consecuencias
financieras directas de la crisis, relativas al paro, la banca y el
funcionamiento del sector real de la economía", dijo Medvédev en una
entrevista a la televisión adelantada por las agencias rusas.
El jefe del Kremlin opinó que esto fue posible gracias a las
"sensatas medidas anticrisis" adoptadas por el Estado, como la ayuda
directa a la banca, que gracias a la inyección de fondos resistió el
impacto de la crisis y "ahora se siente normal".
De esta forma, indicó, el Estado pudo destinar fondos a la
industria, en particular la militar, y a la agricultura, ayudando a
mantenerse a flote a numerosas empresas carentes de liquidez.
"Al controlar la situación en el sector financiero, hemos creado
condiciones más o menos aceptables para el funcionamiento de la
industria y la agricultura. Este fue un momento clave", señaló,
según la agencia Interfax.
Admitió que la depreciación de la moneda nacional afectó los
ingresos de la gente, pero subrayó que se logró evitar una brusca
devaluación del rublo, que ahora recobra peso debido tanto a las
medidas anticrisis como al incremento de los precios del petróleo.
El líder ruso consideró muy probable que el país siga afrontando
problemas el año que viene, pero opinó que el considerable déficit
previsto en el presupuesto de 2010 tras varios años de superávit "no
es ningún drama ni catástrofe para la economía".
"Nuestra tarea consiste en conseguir dentro de un año un
presupuesto sin déficit -o con uno mínimo-, éste es el objetivo al
que deben apuntar todas las decisiones del Gobierno y todo nuestro
trabajo", manifestó.
También aseguró que durante y después de la crisis el Estado
mantendrá una política marcadamente social para ayudar a los
sectores más desprotegidos de la población y, al mismo tiempo,
proteger su capacidad adquisitiva y apoyar así al mercado interno.
Medvédev admitió que la reducción de la inflación en los últimos
meses más que fruto de las medidas anticrisis es consecuencia de la
contracción económica y financiera.
Pero instó a continuar los esfuerzos para lograr un nivel de
inflación de no más del 5-7 por ciento anual, lo que permitirá
reanudar la concesión de hipotecas y créditos a la población a
"tasas de interés normales".
Por otra parte, el presidente instó a modernizar de una vez la
economía de Rusia, al señalar que "el plazo de diez o quince años es
un horizonte razonable tras el cual debemos ver una economía nueva
en principio".
Preguntado sobre cuál es el "punto de no retorno" en la
modernización económica, Medvédev señaló que éste llegara cuando al
menos una parte sustancial de los ingresos del país provendrá, por
fin, no de la exportación de carburantes, como hasta ahora.
"Que sea al menos un 30-40 por ciento, esto ya significará que
vivimos en otro país y con otra economía", enfatizó.
Medvédev criticó veladamente a su antecesor en el Kremlin, el
actual primer ministro Vladímir Putin, al señalar que Rusia ha
desaprovechado diez años de "vacas gordas", con los precios del
petróleo por las nubes, sin poner en marcha reformas estructurales
ni modernizar la economía y las infraestructuras.
"Haya o no crisis, nuestra tarea primordial es la modernización
de la economía (...) La única defensa contra las crisis es una
economía desarrollada, diversificada e innovadora", sentenció.
A la pregunta de cuándo podrá dar Rusia por superada la crisis,
el jefe de Estado respondió que "desde el punto de vista económico
formal, esto ocurrirá cuando los indicadores macroeconómicos se
recuperen hasta el nivel de precrisis y los superen".
El Gobierno de Putin sostiene que Rusia ya ha tocado fondo en la
crisis, aunque la recuperación sea lenta, mientras los economistas
señalan que para dar por terminada la crisis hace falta que los
indicadores no empeoren durante dos trimestres seguidos. EFE