Fráncfort (Alemania), 17 sep (EFE).- La canciller alemana, Angela
Merkel, defendió hoy la actuación de su gobierno en la crisis de
Opel y las ayudas públicas otorgadas a ese fabricante, que emplea a
unos 50.000 personas en Europa, casi la mitad de ellas en Alemania.
En la inauguración al público del 63 Salón del Automóvil de
Fráncfort, Merkel dijo que esas ayudas eran necesarias para asegurar
a Opel, empresa con gran tradición, una posibilidad de sobrevivir.
Reiteró que los créditos puente y garantías estatales concedidas
a la filial estadounidense de General Motors, han sido, en
consecuencia, fruto de "una decisión correcta".
El gobierno alemán otorgará a Opel ayudas por valor de 4.500
millones de euros para facilitar su venta al consorcio austríaco
canadiense Magna y sus socios rusos, el Sberbank.
Los países con plantas de Opel han criticado a Merkel, en plena
campaña electoral, por forzar un acuerdo de venta a Magna y
pretender repartir ahora la factura de los costos.
Entre los países más críticos figuran Bélgica y España, cuyo
ministro de Industria, Miguel Sebastián, declaró tras la reunión
mantenida el martes en Berlín que "cuanto más conocemos la opción
Magna menos nos gusta".
Sebastián cuestionó a Merkel por la premura de un acuerdo en
vísperas de las elecciones alemanas del próximo 27 de septiembre y
el hecho de que pida a España "la factura del menú sin haberlo leído
antes".
El consejero delegado de General Motors, Fritz Henderson,
reconoció en declaraciones efectuadas en el Salón de Fráncfort que
el proceso de venta de Opel ha sido muy largo y se ha visto cada vez
más politizado, lo que "ha dañado la imagen de Opel" entre los
consumidores europeos.
Pese a todo, defendió las decisiones tomadas y dijo que las
negociaciones entre Magna y GM van por buen camino con el objetivo
de "tenerlo todo listo de aquí a principios de octubre".
"Queremos ese acuerdo. Punto", afirmó Henderson en declaraciones
realizadas en el marco del Salón de Fráncfort y recogidas hoy por el
diario económico "Handelsblatt".
Informó de que los cuatro acuerdos más importantes con Magna han
sido ya negociado, por lo que sólo quedan aspectos menores a tratar,
entre ellos el compromiso por escrito de los trabajadores de Opel de
que apoyan el concepto de ahorro.
"Con Magna no hay ningún punto de fricción en estos momentos",
agregó Henderson, que mostró su apoyo explícito al plan de
reestructuración de Magna, que prevé, entre otros, el recorte de
10.500 puestos de trabajo en Europa. EFE