Lima, 14 jul (EFE).- La minería en Perú pasa por un momento de
mayor expansión, con casi 20 millones de hectáreas en concesiones, a
pesar de que se mantiene vigente la amenaza de nuevos conflictos
sociales, alertaron hoy varias organizaciones civiles.
En la presentación del Sexto Informe Observatorio de Conflictos
Mineros en Perú, el representante del área de Minería y
Responsabilidad Social de la ONG CooperAcción, José de Echave,
aseguró que la sureña Arequipa es la región con mayores concesiones
mineras del país.
"El 37,3% de Arequipa está concesionada", remarcó para luego
especificar que la provincia de Islay, donde en abril pasado se
produjo un conflicto por la oposición de los pobladores al proyecto
minero Tía María, tiene el 61,1% de su territorio en concesiones.
El Observatorio de Conflictos Mineros enfoca su trabajo en cinco
regiones peruanas: Junín, Piura, Apurímac, Cajamarca y Cuzco, donde
"se siguen evidenciando fuertes tensiones" entre las mineras y los
pobladores, según las organizaciones civiles.
De Echave también alertó que el Gobierno otorga cada vez más
concesiones en zonas de fronteras, a pesar de que la Constitución
peruana prohíbe estas operaciones.
Añadió que el Ejecutivo emite decretos supremos calificando de
necesidad nacional las concesiones en esos lugares y ha entregado el
72% del total de los permisos en los últimos cinco años.
Indicó que muchas de esas concesiones se dan en la frontera
norteña con Ecuador, sobre todo en la región Amazonas "e incluso en
parque nacionales como el de la Cordillera del Cóndor".
El experto recordó que la Defensoría del Pueblo alerta
permanentemente que la minería "es la principal fuente de conflictos
en el país".
"Desde nuestra perspectiva algo no está bien, el marco legal es
muy favorable para los inversores", indicó para luego decir que Perú
está inmerso "en una lógica, un dominio de un modelo plenamente
extractivo".
De Echave aclaró que las organizaciones civiles consideran que la
minería "es una actividad que puede ser importante, pero tal como se
está realizando (hoy) genera todos estos problemas".
"Si no encontramos mecanismos alternativos en los próximos años
van a seguir estallando conflictos", remarcó.
En Perú existen actualmente 250 conflictos sociales, de los
cuales 126 son conflictos por temas socio ambientales, según cifras
de la Defensoría del Pueblo.
La causa principal de estos conflictos es la falta de consulta
previa y la negativa de las comunidades ubicadas en las zonas
aledañas a las actividades extractivas por las consecuencias que
estas traen para el medio ambiente y la agricultura.
El Observatorio de Conflictos, que ha sido elaborado por las ONG
Grufides, Cooperacción y Fedepaz, remarcó que la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recibe "de manera
creciente denuncias" por violaciones de derechos humanos vinculados
a conflictos en zonas de influencia de industrias extractivas.
"El clima se sigue enrareciendo y las respuestas, desde el Estado
y las empresas, parecieran que buscan generar más tensión. Los
conflictos vinculados a industrias extractivas no solamente no han
disminuido, sino que siguen aumentando en número y también en
intensidad", remarcó.
Además de denunciar que se han presentado casos de dirigentes
locales asesinados, agredidos y hostigados, el Informe consideró que
el Ejecutivo ha dado "un peligroso retroceso" al presentar
observaciones a la Ley de Consultas a los Pueblos Indígenas que fue
aprobada en mayo pasado por el Congreso.
Las organizaciones señalaron que en ese contexto "no es difícil
prever que se seguirán presentando escenarios complejos y que será
necesario seguir realizando esfuerzos" para afrontar los conflictos.
"Por ello se debe insistir en retomar los principales puntos
pendientes de la agenda de derechos vinculada a la presencia de las
industrias extractivas", recomendaron. EFE