Berlín, 18 jul (EFE).- El ministro alemán de Finanzas, Peer
Steinbrück, ha apelado a la sociedad a hacer un frente común para
evitar que vuelva a imponerse la fe ciega en los mercados
descontrolados, como se vislumbra está ocurriendo ya en Estados
Unidos o el Reino Unido, pero también en otros países.
"A pesar de que en Estados Unidos ya no queda ni un solo banco
inversor, ya aparecen los primeros malabaristas financieros que
quieren alcanzar las cotas más altas de rendimiento", dice
Steinbrück en un artículo de opinión que publica hoy el diario
"Süddeutsche Zeitung".
El ministro advierte que tendencias similares se están
registrando también en Londres, donde "bancos que ayer se
encontraban a sólo milímetros del abismo, ahora son considerados los
ganadores de la crisis".
Steinbrück se refiere concretamente al Barkleys Bank, que "en los
últimos meses ha comprado 300 nuevos banqueros especializados en
inversiones, con unas condiciones generosísimas. Hay que recordar
que se trata precisamente del banco que continúa los negocios de
Lehmann Brothers, cuyo descalabro desencadenó toda la crisis".
También en Alemania se están acumulando las noticias de que
"sigue sin haber moral en la actividad económica", critica el
ministro, quien cita el caso de las primas al director del banco
público HSH, Jens Nonnenmacher, por valor de 2,9 millones de euros,
cuya entidad financiera sólo ha podido sobrevivir gracias a las
inyecciones estatales.
Steinbrück reconoce que la política en general, incluido su
Partido Socialdemócrata, cometieron en el pasado el error de
permitir en Alemania demasiada desregulación.
"Reconozco con autocrítica que también mi partido estuvo sentado
durante años en el tren de la desregulación, si bien no en la
locomotora", escribe.
En vista de que los mercados tienden a seguir aplicando la ley
del más fuerte, Steinbrück apela a la sociedad civil, las Iglesias,
los políticos y los sindicatos a que formen una "comunidad de
valores" para evitar "un renacimiento de la fe ciega en los
mercados".
"Si esto ocurriera la crisis habría tenido un sentido", concluye.
EFE