Washington, 20 abr (EFE).- Los ministros de trabajo de los países
del G20 iniciaron hoy su primera reunión con la determinación de
buscar medidas que permitan fomentar el crecimiento económico
equilibrado y aportar seguridad a los trabajadores.
La secretaria de Trabajo de Estados Unidos, Hilda Solís, fue en
su calidad de anfitriona la encargada de inaugurar una reunión que
calificó de "histórica", y que servirá para crear una "base firme"
para fomentar la prosperidad y el empleo.
"Esta es una oportunidad histórica, comencemos a trabajar
inmediatamente", les pidió a sus colegas de los países más
industrializados y los emergentes, entre ellos el español Celestino
Corbacho, el argentino Carlos Alfonso Tomada, el brasileño Carlos
Lupi y el mexicano Javier Lozano Alarcón.
Previamente, Solís dijo en español que se trataba de un "momento
histórico" porque durante dos días se juntan "tantas personas que
están luchando para tantos trabajadores en el mundo".
En este sentido, se mostró convencida de que será una "buena"
reunión, de la que saldrán recomendaciones para los líderes del G20
"que van a ayudar a muchas personas" en todo el mundo.
La reunión "establecerá una base firme para las ambiciosas
recomendaciones que entregaremos a nuestros respectivos líderes para
lograr un crecimiento económico global equilibrado, que todos
nuestros países desean ver, y que provea la seguridad económica que
buscamos a nuestros trabajadores en los años venideros", señaló.
Los ministros de Trabajo del G20 serán recibidos mañana por el
presidente de EE.UU., Barack Obama, en la Casa Blanca, donde le
presentarán los resultados de la reunión y las recomendaciones.
Solís recordó que fue precisamente Obama quien propuso esta
reunión a sus colegas del G20 en la última cumbre de Pittsburgh, una
idea que fue apoyada por sus homólogos porque consideraban que así
podrán incorporar el empleo en sus planes de recuperación.
Los ministros de Trabajo del G20 tienen por delante unas tareas
muy específicas: encontrar vías para poder hacer frente a los
desafíos que la crisis económica representa para los hogares y
trabajadores en todo el mundo, les recordó Solís.
En Pittsburgh, los líderes declararon que no pueden "descansar
hasta que la economía global se haya recuperado plenamente y las
familias trabajadoras en todo el mundo puedan encontrar empleos
decentes", resaltó.
"Tenemos un mandato de peso de nuestros líderes, ahora tenemos la
gran responsabilidad de proveerles las mejores recomendaciones
posibles acerca de cómo pueden fomentar una recuperación (económica)
que tenga un crecimiento robusto de empleos", señaló Solís.
La tarea de impulsar la recuperación del mercado de trabajo debe
ir unida a la labor de los Gobiernos de establecer una base para
economías "sostenibles y equilibradas que creen buenos puestos de
trabajo para todos aquellos que quieran trabajar", indicó.
En concreto, de acuerdo con las directrices que han recibido de
los líderes, los ministros de Trabajo deben evaluar la actual
situación y pedir a la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
y a la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo
(OECD) un análisis del impacto de las políticas que los gobiernos ya
han puesto en práctica para atajar la crisis económica y laboral.
También deben evaluar posibles mejoras en los programas de
protección social, como seguros de desempleo, desarrollar
estrategias para formar a los trabajadores para el mercado laboral
del futuro y analizar vías para mejorara la calidad y la cantidad de
los empleos en sus respectivos países. EFE