CARACAS (Reuters) - El partido oficialista de Venezuela gobernará 21 de las 23 capitales de los estados del país, según datos publicados el lunes por el Poder Electoral, tras su holgada victoria en las elecciones de alcaldes del domingo.
El presidente Nicolás Maduro dijo en un acto público la noche del lunes que su "revolución" ganó 305 alcaldías de las 335 en disputa - un 91 por ciento-, un triunfo que probablemente profundizará los conflictos en la oposición y fortalecerá una posible campaña para su reelección en 2018.
El mandatario detalló que la oposición venció en otros 25 municipios, mientras que otros movimientos sociales habían conquistado las cinco alcaldías restantes.
La autoridad electoral también adjudicó en la víspera el triunfo al partido gobernante en el distrito capital, que administra el centro de Caracas.
Solo en las capitales regionales de Mérida y San Cristóbal ganaron candidatos presentados por pequeños partidos de oposición, después de que la mayoría de las grandes organizaciones se abstuviesen de participar, en protesta por un sistema electoral que dicen mantiene a la dictadura en el poder.
En tres municipios del este de la capital también seguirá gobernando la oposición, según datos del árbitro electoral, pero el oficialismo reconquistó en Caracas el municipio Sucre, un bastión clave para próximas batallas, porque alberga una de las barriadas pobres más populosas de América Latina.
MENOR MOTIVACIÓN
"El resultado de las municipales no refleja el mapa de preferencias políticas de los venezolanos, mayoritariamente opositor", dijo el analista político Luis Vicente León en su cuenta de Twitter, tras conocerse los resultados preliminares.
"Pero (la votación) empeora dramáticamente la capacidad de lucha y motivación de la oposición, algo que el chavismo seguramente sabrá aprovechar", agregó, en alusión al movimiento gobernante que inició el fallecido presidente Hugo Chávez.
En las elecciones del domingo votó un 47,32 por ciento de los ciudadanos inscritos, según cifras oficiales que reflejan una baja de participación frente a una elección similar del 2013 y también respecto de los comicios para elegir gobernadores de octubre, donde acudieron casi el 60 por ciento de los electores.
La oposición gobernaba en 76 alcaldías desde el 2013, aunque 13 de esos alcaldes están presos, fueron destituidos o están en el exilio.
Maduro propuso el domingo que los tres partidos de oposición que no participaron -Voluntad Popular, Primero Justicia y Acción Democrática- no deberían poder presentarse a futuras elecciones y dejó la decisión a la Asamblea Constituyente, que domina el oficialismo.
Una portavoz del Gobierno estadounidense dijo en Twitter que la propuesta de Maduro "es otra medida extrema para cerrar el espacio democrático en Venezuela y consolidar el poder de su dictadura autoritaria".
El canciller venezolano respondió también en la red social, tildando de "ridículas" sus declaraciones y dijo que "denotan la impotencia y desesperación del gobierno supremacista de Donald Trump ante las sucesivas victorias de la democracia y el pueblo Bolivariano de Venezuela".
El lunes más tarde el Departamento de Estado estadounidense condenó la propuesta de Maduro.
"El pueblo venezolano merece el derecho de expresar sus puntos de vista y su consentimiento para la gobernabilidad, a través de un proceso democrático libre y justo que esté abierto a todos los candidatos", dijo el Departamento en un comunicado.