Lima, 25 nov (EFE).- El Perú apuesta por impulsar la generación de bioenergía en el área rural a fin de alcanzar el desarrollo humano frente a los cambios climáticos, la disminución de reservas y la variación del precio del petróleo, según un grupo de funcionarios del sector energía y agricultura reunidos hoy en Lima.
"El problema para el desarrollo humano en el área rural es el acceso a la energía", señaló el director de Información Agraria del Ministerio de Agricultura, Santos Maza.
El país tiene como objetivo favorecer la introducción de energías alternativas en la matriz energética, para que al 2021 la agroenergía sea competitiva y sustentable, según los objetivos del Plan Nacional de Agroenergía, elaborado en 2009 por los Ministerios de Energía, Ambiente y Producción, Gobiernos Regionales, y otras instituciones.
"No hay inclusión si la pequeña agricultura no es atendida (...) Diseminar este programa en la población rural es fundamental", señaló el viceministro de agricultura, Juan Rheineck Piccardo.
En el Perú, se estima que para el 2040 se elevará en 8 veces el consumo actual de energía.
Las políticas energéticas del país entre 2010 y 2040 están enfocadas a modificar la matriz energética actual para lograr que las energías renovables no convencionales representen el 50 % de la que se consume en el Perú.
La generación de la agroenergía, que se vio fortalecida a raíz del inicio del Protocolo de Kioto en el 2005, pretende proporcionar desarrollo rural, protección ambiental y seguridad energética a través de la implementación de biodigestores en las áreas rurales.
La biodigestión permite mejorar el aprovechamiento tradicional de los desechos agrarios, convirtiéndolos en recursos que producen biogás (energía), biol y biosol (biofertilizantes).
De acuerdo con el último censo del Instituto Nacional de Estadística e Informática, realizado en 2007, aproximadamente el 24 % de los peruanos vive en zonas rurales y el 93 % de los hogares rurales usan carbón, leña y bosta como energía.
"El productor en el campo para generar energía corta los árboles pero no los repone", señaló Maza, quien añadió que uno de sus impactos en el medio ambiente es la erosión de los suelos.
Según la organización Soluciones Prácticas, el biogás obtenido a través de los biodigestores cubre casi el 60 % de las necesidades de combustible de una familia y ahorra aproximadamente 2.6 toneladas de CO2 por año, lo que equivale a una disminución de 48 % de sus emisiones con respecto a la leña.
Actualmente, en el Perú existen diversas experiencias en la instalación de sistemas de biogás desarrolladas por diversas universidades y organismos de cooperación internacional.
"El productor andino tiene todos los medios para hacer bioenergía pero el problema es que le falta capacitación", precisó Maza. EFE