Teresa de Miguel
Nueva York, 20 feb (EFE).- Wall Street fue presa hoy del miedo a que se acaben los estímulos monetarios de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. después de que las actas de la última reunión del banco central mostrasen un creciente número de miembros preocupados por los riesgos que pueden acarrear esas masivas inyecciones.
El índice de referencia del parqué neoyorquino, el Dow Jones de Industriales, cerró la jornada con un descenso del 0,77 % ó 108,13 puntos para acabar en las 13.927,54 unidades, por debajo de la simbólica barrera de los 14.000 puntos que había conseguido recuperar el martes.
Peor fueron las cosas para el selectivo S&P 500, que perdió el 1,24 %, lo que supone su mayor descenso en lo que va de año, y para el índice compuesto del mercado Nasdaq, que se dejó otro marcado 1,53 %.
Detrás de esos números se escondió el creciente número de miembros del Comité de Mercado Abierto de la Fed que están preocupados por los costes y riesgos del programa de estímulo monetario del banco central, que asciende a los 85.000 millones de dólares mensuales, y quieren revisarlo en marzo.
En su reunión de enero, los responsables de la política monetaria estadounidense habían acordado mantener ese masivo programa de estímulo, así como seguir adelante con el compromiso de mantener los tipos de interés cerca de cero hasta que la tasa de desempleo del país caiga por debajo del 6,5 %.
Pero la creciente oposición a esas medidas cayó hoy como un jarro de agua fría en los mercados, que, según algunos analistas, han conseguido coquetear con sus máximos históricos gracias a esas inyecciones masivas y no tanto a la realidad macroeconómica del país.
Las noticias procedentes de Washington intensificaron una tendencia que ya estaba bien instalada en el parqué neoyorquino, que se despertó cubierto de rojo debido a la recogida de beneficios un día después de que tanto el Dow Jones como el S&P 500 alcanzasen niveles desconocidos desde 2007 y el Nasdaq en doce años.
En las ganancias de la víspera mucho tuvo que ver la filtración de un acuerdo empresarial que hoy se confirmó: la fusión valorada en 1.200 millones de dólares entre dos de las principales empresas de material de oficina de EE.UU., Office Max y Office Depot, de la que nacerá una firma con unos ingresos de 18.000 millones anuales.
Aunque las acciones de esas dos compañías se dispararon el martes, esta jornada sufrieron duros recortes: Office Max perdió el 7 % y Office Depot el 16,73 %. También acabó a la baja el ahora líder del sector y principal competidora, Staples (-7,17 %).
En los números rojos de Wall Street también tuvo que ver la inesperada caída del 8,5 % que sufrió en enero el comienzo de construcción de casas en EE.UU., un dato que hizo temer que las recientes señales de recuperación del mercado inmobiliario no hayan sido más que un espejismo.
El dato contrarrestó otro más alentador como fue el aumento del 0,2 % del índice de precios de productor (IPP) en enero después de tres meses consecutivos de descensos.
Influyó además sobre las pérdidas de Wall Street el cierre bajista de las bolsas europeas, donde destacaron Madrid (-0,76 %), París (-0,69 %) y Fráncfort (-0,3 %), aunque Londres se desmarcó con una subida del 0,26 %.
Tan solo seis de los treinta componentes del Dow Jones acabaron al alza, entre ellos Boeing (0,17 %), que anunció que presentará este viernes una serie de propuestas para solucionar los problemas de las baterías de litio de sus Dreamliners 787 a las autoridades de EE.UU., un mes después de que el nuevo modelo siga sin poder volar.
Fuera de ese índice, los ADR con los que Sony cotiza en la bolsa de Nueva York bajaron el 1,23 % el día en que realizaba un "gran evento" en esta ciudad en el que presentará el prototipo de su nueva consola, la cuarta PlayStation. EFE