Sídney (Australia), 26 oct (EFE).- El plan de la Bolsa de Valores de Singapur (SGX) de comprar el mercado bursátil de Sídney (ASX) por 8.200 millones de dólares (5.840 millones de euros) encontró hoy una fuerte oposición en el Parlamento de Australia, organismo que tiene que aprobar la operación.
El Legislativo está repartido entre el gobernante Partido Laborista (72 diputados), la Coalición Liberal (72), los Verdes (1), Partido Nacional (1) y tres congresistas independientes.
El líder de los conservadores, Tonny Abbot, manifestó su oposición a un acuerdo que, en opinión de la Coalición Liberal, no beneficia a Australia, así como el parlamentario independiente Bob Katter, que calificó la transacción de una "locura a gran escala", según la radio ABC.
El líder de los Verdes, Bob Brown, se opuso porque no veía la ventaja de dejar la Bolsa de Valores, una parte muy importante del sistema australiano de libre mercado, señaló, en manos de Singapur, un país que viola sistemáticamente los derechos humanos.
En Australia, la propiedad de empresas nacionales por firmas extranjeras es una materia muy sensible en el ámbito social y político, y para que la fusión de ambas entidades bursátiles prospere hará falta que el Parlamento enmiende la Ley de Sociedades, que en la actualidad sólo permite la venta de un 15% del ASX.
El Gobierno de la primera ministra, Julia Gillard, salió hoy al paso de las críticas para defender la fusión y asegurar que se preservará la integridad de la Bolsa.
La Comisión Australiana de Valores e Inversiones señaló el lunes que acatará lo que decida el Ejecutivo.
Los pequeños inversores, que comprenden cerca del 50 por ciento de la operadora australiana, también desempeñarán un papel importante para que la fusión prospere.
El gestor de SGX cerró ayer un acuerdo de fusión con ASX para crear, durante la segunda mitad de 2011, la Bolsa más importante del área Asia-Pacífico, con una capitalización pro forma de 8.764 millones de euros. EFE