La Haya, 15 sep (EFE).- Argentina mantuvo hoy en la Corte
Internacional de Justicia (CIJ) que la construcción de la planta de
celulosa de la empresa finlandesa Botnia sobre la margen del río
Uruguay, fronterizo entre ambas naciones, es incompatible con la
actividad turística preexistente de la zona.
La fábrica está situada a unos 200 kilómetros de Fray Bentos, una
zona donde predomina el turismo, aseguró hoy el profesor de Derecho
Internacional de la Universidad de Génova Marcelo Kohen durante la
segunda audiencia oral del contencioso que enfrenta a Argentina y a
Uruguay en la CIJ por la construcción de esa planta.
Kohen argumentó que de acuerdo con el Estatuto del Río Uruguay de
1975 -que es la base legal de la denuncia de Argentina-, Montevideo
tendría que haber supeditado la construcción de la papelera a las
actividades económicas ya presentes en la zona.
"Turismo y celulosas no pueden reconciliarse", indicó Kohen,
quien recordó que "el Estatuto está basado en el respeto de los usos
(del río) ya existentes".
Por ese motivo, Uruguay, que "no cumplió con sus obligaciones
internacionales", tendría que haber considerado "localizaciones
alternativas" en el río fronterizo para ubicar la factoría, afirmó
Kohen.
El letrado añadió que, junto al turismo, las aguas ribereñas
donde se encuentra la fábrica son una importante área de
reproducción de pescado, por lo que la actividad de la planta
también perjudica a esta característica medioambiental.
Con su decisión de permitir la construcción de la fábrica, en
funcionamiento desde noviembre de 2007, Uruguay "ha infringido el
uso justo, racional y óptimo" del río, a lo que le obliga el
Estatuto que regula la gestión de sus aguas, agregó el letrado de la
delegación de Buenos Aires.
Kohen también denunció que Uruguay "sistemáticamente" ignoró la
solicitud de información de Argentina sobre la construcción de la
planta, a lo que Montevideo también estaba obligado de acuerdo con
el Tratado.
"Uruguay parece olvidar las prescripciones de 1975", aseveró el
experto ante los jueces del máximo órgano judicial de la ONU.
Kohen también rebatió argumentos uruguayos según los cuales la
construcción de la fábrica ofrecería empleo a los habitantes de Fray
Bentos, y ha empleado "solamente a cuarenta personas", y destacó que
desde su construcción "la situación económica (de la zona) ha
empeorado".
Según Argentina, la ubicación de la planta de celulosa en Fray
Bentos responde a la única motivación de "facilitar las cosas a la
empresa y no a ninguna otra consideración social".
También por Argentina, el profesor de la Universidad de París
Alain Pellet destacó el incumplimiento uruguayo al no informar a
Argentina de los planes de construcción la fábrica y las
consecuencias para el medio ambiente.
El embajador argentino ante la Unión Europea, Alan Béraud, expuso
lo que su país considera las "contradicciones" de Uruguay en el
proceso, cuyos argumentos calificó de "insostenibles".
Béraud especificó que esas contradicciones se centran en la
postura de Uruguay respecto a si consultó o no con Argentina la
construcción de la planta.
"Primero Uruguay decidió que las plantas se construyeran en el
marco del Estatuto de 1975, después dijeron que cumplieron sus
obligaciones (de consultar con Argentina), luego confesaron que no,
pero que no era una violación del Estatuto de 1975 y que podían
hacerlo más adelante, y más tarde indicaron que el Estatuto no era
importante porque acordaron con Argentina no seguirlo", dijo.
Argentina continuará mañana y el jueves con la exposición de sus
argumentos, antes de que Uruguay tome el lunes la palabra. EFE