(actualiza con comentarios de la rueda de prensa del FMI)
Teresa Bouza
Washington, 21 abr (EFE).- España seguirá en el vagón de cola de
Europa este año y tendrá que hacer frente, además de a la peor tasa
de desempleo del mundo desarrollado, a una contracción económica del
0,4 por ciento, dijo hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Será necesario que acabe el 2010 para que el país deje atrás la
recesión y reanude la senda del crecimiento, con un repunte esperado
del 0,9 por ciento para el 2011, la mitad del 1,8 por ciento
estimado por el Gobierno español.
Esas son algunas de las conclusiones que se recogen en el informe
semestral "Perspectivas Económicas Mundiales"divulgado hoy, que
revisa ligeramente al alza la proyección de España, al pasar de una
contracción del 0,6 por ciento adelantada en enero por el FMI al 0,4
por ciento actual.
Y si los augurios para el Producto Interior Bruto (PIB) no son
muy halagüeños, menos lo son los del desempleo, que subirá hasta el
19,4 por ciento este año y quedará en el 18,7 por ciento en 2011,
según las perspectivas del FMI.
El Gobierno español prevé que el desempleo quede en el 19 por
ciento este año, en el 18,4 por ciento en 2011 y en el 17 por ciento
en 2012.
Los datos están muy por encima de la media de la zona euro, que
tendrá un desempleo del 10,5 por ciento este año y el próximo.
Por lo demás, el Fondo prevé que España tenga una inflación del
1,2 por ciento este año y del uno por ciento el que viene y un
déficit por cuenta corriente del 5,3 por ciento en 2010 y el 5,1 por
ciento en 2011, uno de los datos más altos de la zona euro.
Jorg Decressin, subdirector del Departamento de Análisis del FMI,
aseguró hoy en rueda de prensa que uno de los grandes desafíos que
afronta España consiste en reducir "de forma gradual" el déficit
fiscal, que aumentó a raíz de la crisis.
El experto recomendó que España ponga en marcha un plan fiscal a
medio plazo que dé garantías a los mercados y que impulse medidas
que estimulen el crecimiento, como los recortes de gastos no
productivos y la prolongación de la edad de jubilación "en línea con
la esperanza de vida".
El Fondo no concretó, de todos modos, cuánto tiempo sería
razonable postergar la vida laboral, que el Gobierno estudia
aumentar de 65 a 67 años.
En líneas generales, el FMI hace hincapié en que Europa está
saliendo de la crisis a un ritmo más lento que otras regiones.
Así, el Fondo prevé un crecimiento del uno por ciento este año en
la región y del 1,5 en 2011, frente al 3,1 y 2,6 por ciento,
respectivamente, que se espera en Estados Unidos.
El informe del FMI llama la atención sobre la existencia de
varias "fuerzas poderosas" que frenan la recuperación en Europa.
El organismo menciona, en ese sentido, que la preocupación sobre
la solvencia soberana y la liquidez de Grecia, así como el posible
contagio a otros países vulnerables, amenaza la normalización de las
condiciones en los mercados financieros.
El FMI ve, de hecho, la posibilidad de un contagio griego como el
principal riesgo a corto plazo.
Eso refuerza, en opinión del Fondo, "la importancia de los
esfuerzos por parte de las autoridades griegas para restablecer la
credibilidad de su política fiscal".
El organismo valora positivamente el respaldo financiero a Grecia
acordado por los países de la zona euro, la Comisión Europea y el
Banco Central Europeo (BCE), que se entregará en caso de necesidad.
Se trata, según el FMI, de un "paso importante" para asegurar que
el nerviosismo sobre la evolución de Grecia no conduzca a la
inestabilidad financiera o cree efectos adversos en los sistemas
bancarios europeos.
En el capítulo de riesgos, el FMI incide también en los problemas
pendientes de solución en el sector bancario europeo, que han
postergado, dice, la vuelta a la "normalidad".
Entre los factores positivos figura la normalización de los
flujos de comercio global, que ha contribuido "significativamente"
al crecimiento tanto en la zona euro como en los países de la Europa
emergente.
En el capítulo de política monetaria, el informe cree que es
"apropiado" mantener los tipos de interés en niveles
"excepcionalmente bajos" dado que las presiones inflacionarias
siguen siendo escasas. EFE