París, 23 sep (EFE).- Los sindicatos franceses convocaron hoy a
miles de personas en una nueva jornada contra los planes del
Gobierno de Nicolas Sarkozy de retrasar a 62 años la edad mínima de
jubilación y que es la quinta protesta desde marzo pasado.
Los líderes sindicales aseguraron haber igualado el número de
manifestantes del pasado día 7, cuando reivindicaron casi tres
millones de huelguistas, las cifras más altas desde las marchas que
en 2002 tumbaron los planes gubernamentales de reforma de las
pensiones.
Desde el Gobierno, sin embargo, sus representantes notaron un
ligero descenso tanto del número de huelguistas como de
manifestantes y aseguraron que seguirán adelante con la reforma
estrella del mandato de Sarkozy porque consideran que la mayoría del
país es favorable a la misma.
Esgrimieron el dato de que el número de trabajadores que no
acudió a su puesto laboral en las empresas públicas fue inferior al
de hace 15 días, lo que significa que ha descendido la hostilidad a
una reforma aprobada ya por los diputados y que los senadores
comenzarán a debatir el próximo día 5.
En la marcha parisiense el principal blanco de los manifestantes
fue, una vez más, Sarkozy, a quien afearon su obstinación por
aprobar el retraso de la edad de jubilación, lo que consideran una
pérdida de derechos sociales.
"Nuestra jubilación, hemos luchado por ella, luchamos para
conservarla", coreaba un grupo de manifestantes.
Las protestas mezclaron el rechazo a la reforma de las pensiones
y también a la política de expulsión de gitanos emprendida por el
presidente galo.
"Sarkozy, racista, jubílate", rezaba una pancarta esgrimida por
un grupo de jóvenes procedentes de las afueras de París, mientras
unas enfermeras de la capital sostenían una gran foto del presidente
caricaturizado como un mentiroso Pinocho.
"A mis 55 años no tengo vergüenza de estar en la calle porque el
Gobierno de Francia no nos escucha. Las pensiones están amenazadas o
condenadas. Para los jóvenes y para los empleados no se ha hecho
nada todavía. Espero que el Gobierno reaccione ante una gran
manifestación. Francia está enfadada", aseguró a Efe la secretaria
general de la CFDT de la región parisiense, Nicoles Raffarin.
El militante sindical Albice Michel consideró "inaceptable" el
retraso de la edad de jubilación porque trabajar hasta los 60 años
"ya es bastante".
"Hacemos una gran presión sobre el Gobierno, que tiene que
escuchar lo que la gente y la población ha dicho. Es muy importante
para hacer avanzar la reivindicación y evolucionar en la cuestión de
las pensiones y nuestro futuro", aseguró el sindicalista Henry
Feanni.
En más de 200 ciudades del país se repitieron las manifestaciones
contra la reforma, mientras los transportes públicos funcionaron con
multitud de perturbaciones a causa de los paros. EFE
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