La UE y Chile impulsan una asociación para el desarrollo y la innovación

Bruselas, 15 oct (EFE).- La Unión Europea (UE) y Chile han aprobado hoy una asociación para el desarrollo y la innovación (ADI) que dé un nuevo impulso a sus relaciones bilaterales y fomente sus colaboraciones en terceros países latinoamericanos en proyectos de educación, energía o medioambiente.

Las dos partes celebraron hoy en Bruselas su VII comité de asociación, una reunión anual en la que hacen un balance de los resultados del acuerdo de asociación que suscribieron en 2003, y que en esta ocasión ha estado presidido por el viceministro chileno de Exteriores, Alberto Van Klaveren, y el director general adjunto de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea (CE), Stefano Sannino.

La presidenta chilena, Michelle Bachelet, propuso impulsar este plan complementario para potenciar al máximo los beneficios de la asociación entre la UE y Chile, durante la cumbre entre la Unión Eurpea y América Latina y el Caribe celebrada en Lima el pasado año.

En concreto, las dos partes han aprobado hoy una hoja de ruta y un calendario de trabajo para intensificar su cooperación en áreas como la innovación, la mejora de la competitividad, la educación, la energía o el cambio climático, indicó tras el encuentro Van Klaveren.

Además, esperan que contribuya a las relaciones entre Europa y América Latina en general, ya que el ADI contempla la posibilidad de desarrollar nuevas iniciativas de colaboración en países de la región "que puedan estar interesados en recibir una cooperación conjunta de la UE y Chile", destacó, y se refirió a Guatemala o Paraguay como estados que "han expresado mucho interés".

El ADI potenciará esa cooperación "más horizontal" con fondos ya atribuidos por la UE y Chile, de forma "paralela" a los programas de colaboración bilateral ya existentes con países como España que, por ejemplo, tiene en marcha programas con la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica de Chile.

En el área de la lucha contra el cambio climático -y tras la insistencia de la presidencia sueca de turno de la UE-, se incluyeron en las conclusiones conjuntas que ambas partes reconocen que, para reducir las consecuencias de ese fenómeno, la temperatura media global no debería exceder 2 grados centígrados los niveles preindustriales.

En cuanto a su cooperación científica, constataron los buenos resultados de la participación de equipos chilenos en el VII Programa Marco europeo, así como el papel "proactivo" de Chile en Latinoamérica en esta materia.

Por otra parte, indicaron que sus discusiones en el ámbito del libre comercio avanzan de manera "satisfactoria", tras conocer los últimos informes de sus grupos de trabajo especializados en acceso a mercados, reglas de origen o normas sanitarias y fitosanitarias.

Sigue adelante la solicitud de Chile de ampliar sus cuotas para la exportación de carne roja al mercado comunitario, dado que el actual contingente europeo ha aumentado a 20.000 toneladas la que puede entrar cada año en el mismo.

En concreto, chile quiere aumentar su cuota de exportaciones de carne bovina al mercado europeo de 1.550 toneladas anuales a 5.000 toneladas.

En las conclusiones, ambas partes confirman su compromiso mutuo de lograr un "resultado equilibrado" para el acceso a mercados y las denominaciones de origen de ciertos productos agrícolas.

Van Klaveren admitió que ése es "un tema muy complejo", en el que Chile ha reconocido las indicaciones geográficas para vinos y licores, aunque no las ha extendido a "otros productos, sobre todo agrícolas".

Chile aprobó este año un proyecto de ley que adecúa su legislación a sus compromisos con la UE en materia de denominaciones de origen de vinos y bebidas espirituosas, de forma que se sustituye, por ejemplo, la expresión "champaña" por "vino espumoso" y se suprime de los productos chilenos menciones como "cognac" y "grapa".

El viceministro también destacó el "entendimiento" alcanzado por la UE y Chile en octubre, sobre las condiciones en las que los barcos comunitarios que capturan pez espada en aguas del Pacífico sur pueden desembarcar su producto en puertos chilenos, un antiguo contencioso entre las dos partes. EFE