Luxemburgo, 8 jun (EFE).- Los ministros de Finanzas de la UE
consideraron hoy que los líderes europeos "deberían mostrar una
determinación clara" durante la próxima cumbre del G-20 para poner
en marcha una tasa global a la banca, destinada a recuperar el
dinero gastado en la crisis financiera e instaurar un fondo para
cubrir hipotéticos rescates bancarios en el futuro.
La ministra de Economía española, Elena Salgado, que presidió la
reunión del Ecofin celebrada hoy en Luxemburgo, se lamentó de que
los ministros de Finanzas del G-20 no lograran alcanzar un acuerdo
sobre este asunto durante la cumbre que se celebró este fin de
semana en Busán (Corea del Sur).
Por este motivo, consideró adecuado que los líderes europeos
muestren una "determinación clara a este respecto" en la cumbre de
las principales potencias industriales y países en desarrollo (G-20)
que se celebrará en Toronto (Canadá) los próximos 26 y 27 de junio.
"En la carta que enviaré al Consejo Europeo, haré referencia a la
dificultad de llegar a un acuerdo global sobre este tema (en Busán)
y, por tanto, a la necesidad de que, por parte europea, se muestre
una determinación clara a este respecto", explicó Salgado.
"Creemos que la decisión sobre la puesta en marcha de una tasa
sobre las instituciones financieras debe tomarse de manera
coordinada", añadió la ministra española.
Los ministros de Finanzas de la UE trabajaron hoy en la
construcción de una posición común con la que acudir a Toronto, a
partir de los 'términos de referencia' acordados para la reunión de
ministros de Finanzas del G-20 de Busán.
Los líderes europeos debatirán estos puntos en el próximo Consejo
Europeo, que se celebrará el 17 de junio, a fin de acordar una
posición común.
En el G-20, la tasa es apoyada por EEUU y Europa, mientras que la
rechazan Canadá, Australia y los países emergentes al considerar que
podría ahogar el crédito.
Aunque el gravamen fue muy debatido en los días previos a la
reunión, finalmente no fue mencionado en el comunicado final, que se
limita a decir que "el sector financiero debe hacer una contribución
justa y sustancial dirigida al pago de la carga asociada a las
intervenciones de los gobiernos".
El G-20 está integrado por los miembros del G-8 (los países más
ricos del mundo: EEUU, Canadá, Reino Unido, Rusia, Italia, Francia,
Reino Unido y Alemania), además de por la Unión Europea (UE), Corea
del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, la India, Indonesia,
México, Arabia Saudí, Sudáfrica y Turquía.
"La cumbre de Toronto estará centrada en la recuperación
económica tras la crisis económica y financiera, la puesta en marcha
de los compromisos adoptados en anteriores reuniones, así como el
afianzamiento de los cimientos para un crecimiento sostenible",
dicen las conclusiones adoptadas hoy por los ministros de Finanzas
de la UE.
Establecido en 1999 tras la crisis financiera vivida en Asia en
1997, el G-20 se limitaba a encuentros de ministros de Finanzas y
gobernadores de los bancos centrales hasta 2008.
Los líderes del G-20 se reunieron por primera vez en Washington
en noviembre de 2008, con objeto de dar una respuesta común a la
crisis económica global, encuentro al que siguieron las citas de
Londres, en abril de 2009, y Pittsburgh, en septiembre del mismo
año, cuando el encuentro se convirtió en el mayor foro de
cooperación económica internacional.
"A lo largo de las tres reuniones, los líderes han acordado
medidas para restaurar la confianza económica y acciones destinadas
a reforzar la regulación financiera, reformar las instituciones
financieras, promover el comercio y luchar contra el
proteccionismo", recuerdan las conclusiones publicadas hoy. EFE